En cuestión de unas horas el PSOE presentó y retiró ayer una enmienda, fruto de un pacto con IU-ICV, para subir los impuestos a las rentas más altas. A última hora de la mañana el Grupo Socialista anunció que había llegado a un acuerdo con IU-ICV para votar a favor de su moción en la que proponía modificar la política fiscal de forma que pagaran más impuestos aquellos que tuvieran rentas más altas y el aumento de la progresividad en figuras fiscales como el cheque bebé o la deducción de 400 euros en el IPRF.

Con la aceptación de este acuerdo, considerado como un guiño a la izquierda, el PSOE pretendía obtener como contraprestación el voto a favor de los dos diputados de IU-ICV -Gaspar Llamazares y Joan Herrera- en la votación de mañana sobre el techo de gasto propuesto por el Gobierno. Sin embargo, por activa y por pasiva, Herrera advirtió a sus interlocutores del Grupo Socialista que su máxima concesión sería pasar de un voto negativo a una abstención pero que en ningún caso votarían a favor.

Por otro lado, y teniendo en cuenta la debilidad de apoyos parlamentarios del Gobierno, CiU, que cuenta con 10 diputados, amenazaba con votar en contra si el PSOE llevaba adelante su reorientación económica.

Más que de un gesto de corte político o ideológico, se trata de una decisión de aritmética parlamentaria. Con la retirada de la enmienda, el Grupo Socialista se asegura ahora la abstención de CiU y podrá sacar adelante su propuesta de techo de gasto puesto que el PSOE tiene que ganar la votación por mayoría simple, es decir, le basta que haya más votos a favor que en contra.

El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, anunció que retiraba la enmienda de su grupo a la moción por "coherencia", debido a la intención de los diputados de IU y de ICV de abstenerse en el techo de gasto. "La abstención no nos vale", dijo Alonso, quien insistió en desvincular el repliegue de un posible acercamiento a CiU.

Joan Herrera advirtió por su parte a los socialistas de que IU e ICV "toman nota" de su cambio de postura y aseguró que no es cierta la excusa dada por Alonso para retirar la enmienda, porque tanto él como el representante de IU, Gaspar Llamazares, han dicho siempre que se moverían "del no a la abstención" al techo de gasto. Ahora, advirtió, la posición de estos dos diputados hace el recorrido inverso y es posible que se muevan de la abstención al no.

"No pueden esperar que aquellos con quienes no habían contado nunca en materia presupuestaria les saquen ahora las castañas del fuego", recalcó Herrera. En su opinión, esta "marcha atrás" del PSOE evidencia que "no hay rumbo" en el Gobierno socialista, cuya política fiscal, aseguró, es lo que "menos le gusta", y se certifica que no existe ningún giro a la izquierda y que en esta cuestión, seguirán pactando "con otros", como PP y CiU.

"Están en tierra de nadie", remachó, antes de insistir en su apuesta por la subida de impuestos a las rentas altas. "No sabemos por qué se ha cambiado, por impacto mediático o porque en realidad no iban en serio", incidió Herrera, quien, no obstante, aseguró que el rechazo de CiU a la medida "habrá jugado un papel aquí".

"Al Gobierno le vale cualquier cosa con tal de aprobar los Presupuestos", señaló el diputado del PP Baudilio Tomé, quien reprochó a IU e ICV que condicionen su apoyo al techo de gasto presupuestario a que la fiscalidad española "desande el camino andado".

La enmienda que habían pactado los socialistas con Izquierda Unida también incluía un acuerdo para reformar la llamada ley Beckham, "con el objeto de evitar abusos manifiestos" como el hecho de que los deportistas profesionales extranjeros que residan en España menos de seis años paguen sólo el 24%, igual que los que ingresan menos de 17.000 euros. Los españoles pagan un 43%.