El Gobierno, a través del Ministerio de Defensa, aseguró ayer que no tiene constancia de ningún vuelo o escala de naturaleza ilegal en territorio español por parte de aviones estadounidenses en alusión a los vuelos de la CIA con escala en España para el traslado de presos desde Afganistán hasta la cárcel de Guantánamo (Cuba).

Defensa hizo estas aseveraciones en una nota después de que PP e IU insistieran en que el Gobierno debe dar explicaciones por no haber investigado -cuando llegó al poder- si hubo autorización por parte del anterior gobierno de José María Aznar para que los vuelos de la CIA que trasladaban hasta Guantánamo a presuntos terroristas hicieran escala en España.

Además de subrayar que no hay "ninguna constancia o evidencia", el departamento que dirige Carme Chacón remitió a la Audiencia Nacional toda la información que se le ha solicitado sobre los vuelos de aviones del Ejército estadounidense y que han efectuado escalas en las bases españolas de Morón, Rota y Torrejón de Ardoz.

Defensa alega, además, que "ha actuado, y va a seguir haciéndolo, con absoluta transparencia y voluntad de colaboración con la Justicia", y recordó que las autoridades de EEUU "han confirmado por escrito" que todos los vuelos de sus aviones que efectuaron escalas en las bases de Morón, Rota y Torrejón "cumplían" el artículo del Convenio de Cooperación bilateral, "es decir, que no transportaban pasajeros ni carga que pudiesen ser controvertidos para España".

El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, ahondó en las afirmaciones de Defensa al asegurar no tener "ninguna constancia o evidencia" de que se hubiera producido en territorio español alguna irregularidad mientras el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, afirmó que el Ejecutivo "no tenía forma de conocer" qué se transportaba.

Mientras, el PP insistió en que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, debe comparecer ante el Congreso para esclarecer la veracidad del informe secreto filtrado a un diario, según el cual el Gobierno de José María Aznar aceptó en 2002 la petición de escala de estos aviones.