España

Muere un militar de la Brigada en un incidente entre Israel y Hezbolá

  • El cabo Francisco Javier Soria falleció por granadas de mortero del ejército israelí como respuesta a un ataque previo La Brimz se encuentra desplazada en Líbano desde noviembre.

El cabo Francisco Javier Soria Toledo, destinado en el Regimiento de Infantería Mecanizada Córdoba 10 de la Brigada Guzmán el Bueno de Cerro Muriano, perdió ayer la vida durante los incidentes ocurridos entre Hezbolá y el ejército de Israel, en la zona de responsabilidad del contingente español. El suceso tuvo lugar a cerca de las 11:30 a unos 20 kilómetros de Marjayún, al sur de Líbano, donde están desplegadas las tropas de la ONU. El militar falleció a consecuencia de granadas de mortero procedentes del Ejército israelí en respuesta a un ataque previo de la milicia chií libanesa Hezbolá. Dos soldados israelíes también fallecieron a consecuencia de este incidente y siete resultaron heridos. 

La Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno, formada por 550 soldados, se desplegó en tierras libanesas en su cuarta misión de paz el pasado mes de noviembre, atendiendo a la resolución 1.701 de la ONU, en colaboración con las Fuerzas Armadas Libanesas para ejercer el control y la seguridad de la zona. El cabo Soria, de 36 años y natural de Málaga, se encontraba concretamente en la zona denominada Blue Line, donde están situadas las tropas de las Naciones Unidas (operación Finul)El militar murió poco después del mediodía de ayer en una cadena de ataques mutuos entre Israel y el grupo chií Hezbolá, después de que la milicia libanesa disparase un cohete contra un convoy militar israelí. El Ejército de Israel respondió a ese ataque, y a otro posterior en el Monte Hemrón, con un severo fuego de artillería. 

El soldado, según fuentes de Defensa, fue de inmediato evacuado por un equipo médico hasta la base Miguel de Cervantes, situada en Marjayún donde está desplegada la Unidad, a unos 40 kilómetros de la frontera con Israel, aunque no se pudo hacer nada por salvar su vida debido a la gravedad de las heridas provocadas por granadas de mortero. También perdieron la vida dos soldados del Ejército israelí y siete resultaron heridos. 

Fuentes del Ministerio de Defensa informaron de que estaba previsto enviar durante la noche a Líbano un avión para repatriar el cadáver del cabo Francisco Javier Soria, cuya llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) podría producirse por la tarde. El funeral está previsto que tenga lugar durante la mañana del viernes en la base militar de Cerro Muriano. El Gobierno ha concedido al cabo fallecido la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo. 

El contingente español, formado por unos 580 soldados, lidera el sector Este de la misión de Finul-Libre Hidalgo. El grueso está formado por soldados procedentes de Cerro Muriano, aunque también cuenta con otras unidades de las Fuerzas Armadas, Agrupación de Apoyo Logístico número 21, Guardia Civil y siete soldados del ejército de la República Federativa de Brasil. 

Después de que se produjera el ataque la Embajada Israelí en España mostró su pesar y lamentó la muerte del cabo Francisco Javier Soria. "La Finul nos ha hecho llegar la información acerca de la muerte de un miembro de la fuerza", señaló en un comunicado oficial el Ejército israelí, que además puntualizó que investigará lo ocurrido. 

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, informó de que había recibido la llamada de su homólogo israelí, Avigdor Liberman, quien le expresó las condolencias por la muerte del soldado español. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo uso de las redes sociales para trasladar a la familia del soldado fallecido sus condolencias. A través de un comentario de Twitter, el presidente expresó su "más profundo pesar" por el trágico suceso y transmitió su "afecto y condolencias" a familiares y compañeros. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, por su parte, canceló la visita que tenía programada a la India y regresó de inmediato a España tras conocer la noticia. 

El incidente producido ayer en la frontera entre Israel y Líbano muestra el momento de tensión que está viviendo esta zona, desde el pasado 18 de enero. Ese día seis miembros del grupo chií Hezbolá y un comandante iraní de los Guardianes de la Revolución murieron por un ataque israelí en la provincia de Quneitra, vecina de los altos del Golán, ocupados por Israel en 1967. 

Ayer Israel señaló que su Ejército abrió fuego de artillería contra posiciones en el lado sirio de los altos del Golán, después del lanzamiento de dos cohetes desde ese territorio que cayeron en áreas deshabitadas. El jefe de la Finul, el general Luciano Portolano, subrayó ayer la necesidad de respetar la resolución 1701 de la ONU (que puso fin a la guerra entre Israel y Hezbolá en 2006) para mantener la seguridad y estabilidad. 

Los militares españoles de la Finul, que actualmente forman un contingente de 580 efectivos, mantienen el control del sector Este del sur del Líbano desde la guerra de 2006, que se saldó con 1.500 muertos del lado libanés, en su mayoría civiles, y unos 164 del israelí, principalmente miembros de las fuerzas armadas. 

El general jefe de la Brimz, Antonio Ruiz Olmos, que es quien está al cargo del mando del Sector Este de Unifil, ya reconoció en el acto de despedida de los soldados que participan en la cuarta misión de paz en Líbano, que tuvo lugar el pasado 30 de octubre, que la operación era "extraordinariamente compleja", debido sobre todo al escenario en el que iban a desplegarse los soldados de la Brimz. "La misión es muy exigente" sobre todo porque se desarrolla en una zona "llena de matices culturales".

En Líbano para ayudar y ejercer el control de la zona

El cabo Francisco Javier Soria era natural de Málaga. Estaba casado y esperaba que su mujer. Laura, diera a luz a su primer hijo en los próximos meses. Estaba completamente integrado en la sociedad cordobesa y vivía con su pareja en un piso situado en la barriada del Sector Sur de la capital. Entre sus compañeros era una persona muy querida.  Ingresó en las Fuerzas Armadas en el año 2004 y ese mismo año destinado a la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno, con base en la localidad cordobesa de Cerro Muriano. Su carrera como militar comenzó en el grupo logístico de la Brimz, pero cuatro años después ascendió y se incorporó al Regimiento de Infantería Mecanizada Córdoba 10. El cabo fallecido ayer a consecuencia de un ataque entre Hezbolá y el Ejército israelí, participaba en su segunda misión internacional de Naciones Unidas Unifil, Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano. Ésta dio comienzo el pasado mes de noviembre y está previsto que concluya el próximo mes de mayo. La anterior, en la que también participó, tuvo lugar entre finales de 2012 y principios de 2013. Su labor,  tal y como marca la resolución 1.701 de la ONU, estaba centrada en colaborar con las Fuerzas Armadas Libanesas para ejercer el control y la seguridad de la zona. Asimismo, los soldados desplazados llevan a cabo actuaciones de marcado perfil social y humanitario, para contribuir a la mejora de las condiciones educativas, sanitarias, veterinarias, medioambientales, infraestructuras y seguridad de la población. En las cuatro misiones a las que la Brimz ha desarrollado en Líbano, los efectivos han trabajado en un ambiente de "calma tensa" controlado por Naciones Unidas, por la inseguridad creciente. 

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