ERC amplía distancias con CiU y ganaría en escaños tanto en unas elecciones catalanas como en unas generales, según un sondeo del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat que sitúa en un 49,4% los que votarían a favor de la independencia en el proceso participativo del 9-N. El sondeo presentado este viernes está elaborado a partir de 2.000 encuestas presenciales a mayores de 18 años y se publica tras la suspensión de la consulta soberanista inicial del 9-N y la impugnación por parte del Gobierno a la consulta alternativa.

El trabajo de campo empezó el 29 de septiembre, cuando el Govern convocó la consulta no referendaria, y culminó el 13 de octubre, cuando ya era un proceso participativo aún no impugnado por el Gobierno, y en este sondeo no se realizó una pregunta específica a los encuestados sobre si irán o no a votar el 9-N. Si en el último barómetro del CEO del pasado abril CiU, con 35-36 escaños, y ERC (34-35) estaban prácticamente empatados, las diferencias se han ensanchado a pocos días del nuevo 9-N y ante la perspectiva de unas posibles elecciones anticipadas de carácter plebiscitario.

Según este último barómetro, en unas elecciones catalanas las fuerzas quedarían repartidas en el Parlamento por este orden: ERC (38-39, cuando tiene en estos momentos 21), CiU (32-33, frente a los 50 actuales) y PSC (14-16, por debajo de los 19 que tiene). También descendería el PP, que pasaría de 19 actuales a 11-13 diputados, y le seguiría Podemos, que no tiene representación en el Parlamento pero que obtendría 10-11 diputados, mientras que ICV-EUiA, CUP y Ciutadans quedarían empatados con 8-9 diputados.

La encuesta del CEO no plantea la pregunta sobre una eventual lista unitaria por la independencia en unas elecciones de tipo plebiscitarios, pero los datos reflejan que CiU, ERC y CUP obtendrían una mayoría absoluta de entre 78-81, aunque Unió no es abiertamente independentista por lo que queda en el aire que renueve esta vez su coalición electoral con CDC.

En las generales, también ganaría en Cataluña ERC (12-13), seguido de CiU (10-12), PSC (8-9), Podemos (7-8), PP (5-6), ICV-EUiA (2), CUP (1) y Ciutadans (0-1). Según el director del CEO, Jordi Argelaguet, se mantiene un trasvase de votantes de CiU a ERC mientras que Podemos se alimenta esencialmente de abstencionistas tradicionales.

A la pregunta sobre la orientación de voto del proceso participativo del 9-N, las conclusiones indican que habría un 12,6% de votantes que optarían por el sí-no (a favor de un Estado pero no de que sea independiente) y un 19,7% se decantaría por el no. El estudio del CEO sólo pregunta sobre la intención de voto en el 9-N, sin inquirir específicamente a los encuestados si tienen intención de ir a votar o no en esa fecha, aunque un 6,9% de las respuestas optan por la abstención o por no ir a votar.

Según Argelaguet, los que se han vuelto independentistas desde 2012 ha sido medio millón de personas -unos 400 por día- y supone el 8% de la muestra. Entre los que se han vuelto independentistas hay un 42% que dice que ha dado el paso por la actitud del Gobierno central, mientras que el 13,4% ha cambiado de opinión por el mal reparto entre Estado y Generalitat de impuestos y recursos económicos.

En cuanto a la valoración de líderes políticos catalanes, el diputado de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, es el mejor valorado con una nota de 5,63, por delante de los otros dos que aprueban, el diputado de CUP David Fernández (5,58) y el presidente de ERC, Oriol Junqueras (5,53). Ya por debajo del límite del aprobado queda en cuarto lugar el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera (4,84), y en quinta el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ha obtenido una puntuación de 4,77 puntos, su tercer suspenso consecutivo en un barómetro del CEO, aunque mejora levemente su nota respecto al último sondeo (4,75). Según el CEO, el paro es la principal preocupación de los catalanes, aunque baja casi 9 puntos respecto a la encuesta del pasado mes de abril, pero aumenta en cambio la insatisfacción con la política, que se sitúa en tercera posición tras el funcionamiento de la economía.