José Luis García-Pérez. Actor

"Conozco a gente más ególatra en la banca que en la cultura"

  • Sevillano de nacimiento y convicción vive en Madrid por exigencias del guión. De su tierra añora -"aparte de la familia"- Digo Digo Teatro, su compañía primigenia, "y una buena cerveza".

-Vuelve a la televisión de protagonista en una serie de máxima audiencia como Amar en tiempos revueltos, ¿llegar y besar el santo?

-No lo sé. Cuando me lo propusieron tenía otras ofertas, pero esta serie me permitía poder ensayar en el teatro por las tardes. Se enrollaron mucho con mis horarios. Eso, unido a que es una serie referente para todos, como para decirle que no (risas).

-Máxime cuando interpreta a un falangista padre de familia. Le van los malos...

-Hacer de malo es lo más divertido del mundo. Cuando te enfrentas a cualquier personaje, lo fundamental es saber defenderlo, no criticarlo. En el caso de Andrés Fernández Salvatierra puede tener muchas cosas negativas, pero yo le veo también sus positivas y disfruto con ellas.

-Insisto, su currículo está plagado de personajes con carácter, Guante Blanco o Closer, ¿qué les ve?

-La verdad es que son muchos los malos que he hecho. Los buenos son siempre como un flan, y a mí me gusta más ser un licor (risas).

-Aun a riesgo de llegar a parecer odioso...

-Yo espero que no despierte odios. Porque una cosa es la ficción y otra la realidad. Mi vida está en el polo opuesto de la ficción. Creo que los personajes, aparte de ideas políticas, tienen un interior. Y para mí siempre es bueno.

-¿Aun a riesgo de volverse un poco loco?

-Bueno, eso va unido a la profesión. Parte de nuestro oficio es jugar con la mente de otros.

-Ya sea héroe o asesino...

-Hay muchas cosas con las que no estás de acuerdo en tu personaje, pero esa es la suerte de mi trabajo, poder ser muchas personas con muchas vidas y con muchas maneras de pensar.

-Tiene la tele sin antena y no se engancha a las series. ¿Lo saben los de TVE?

-Es que no tengo tiempo. Últimamente lo poco que veo es a través de un proyector que tengo. Y las series que me interesan o la películas me las compro, no ando zapeando, me aburre mucho.

-Por las tardes ensaya La avería, basado en un texto de Dürremant, dirigida por Blanca Portillo y de protagonista. Se quejará...

-Para nada. Además comparto cartel con Emma Suárez, Asier Echeandía, José Luis Torrijo, Fernando Soto y Daniel Grau. Es como estar en la selección española.

-¿El teatro paga las culpas de los recortes?

-El teatro lo que tiene es que lleva presente junto a la humanidad desde que ésta existe. Es indestructible. Se puede hacer en grandes espacios pero también en cualquier lugar y momento y no por ello es menos teatro.

-Esta obra además ofrece un retrato cruel de una sociedad ambiciosa y sin escrúpulos. ¿Se reconoce?

-Es una disección de la sociedad y del ser humano en general. Es fácil reconocer que somos seres cerrados a las emociones. Nos creemos fuertes y seguros en nuestra posición, pero en cuanto nos tocan la clave de la emoción te pueden derrumbar.

-¿Se siente más vulnerable con una mujer directora?

-Siempre he trabajado más cómodo con directoras que con directores. Me está pasando con Blanca y me pasó con Chus Gutiérrez y Gracia Querejeta. Será por su sensibilidad y manera de ver el mundo. A mí me ayuda.

-¿Su profesión es una batalla de egos?

-Conozco a gente más ególatra en la banca y en la política que en la cultura.

-¿Con qué guión le bajaría la autoestima a los controladores aéreos?

-Con el de Cortina de humo. A ellos y a los políticos.

-Se levanta a las seis y no llega a casa hasta las once de la noche, ¿tira del pilates para relajarse?

-¿Cuándo? Yo creo que me caí en una marmita de algo, porque siempre he sido una persona muy enérgica. Recurro a creer en mí mismo, eso me pone las pilas.

-¿El estrés le da más argumentos para fumar?

-El tabaco es un vicio que va por sí solo, con estrés y sin él.

-¿Y la ley antitabaco?

-Me parece lógico que no se pueda fumar en espacios públicos pero también que si el Estado cobra por algo, ese algo se pueda ejercer.

-Leire Pajín dice que la subida de impuestos ayudará a dejarlo, ¿se lo cree?

-No me fastidies, será que ayudará a recaudar más. Si quiere que se fume menos que lo prohíba.

-¿Para qué usa el Facebook?

-Lo uso más como herramienta laboral que por cotilleo. Me producen sarpullidos tanto mirar una revista del corazón como ver los perfiles de los demás.

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