Luis Eduardo Aute. Pintor, poeta y cantante

"Lo de cantautor me suena a cantamañanas"

  • "Yo nací primero perro y después soy ser humano. En ese animal está la inocencia", expresa el autor. "Gil de Biedma estuvo en mi casa de Manila y lo traté en noches aciagas de Barcelona", confiesa.

El Sexto Animal (Espasa) es la sexta entrega de las Poemigas de Luis Eduardo Aute (Manila, Filipinas, 1943). En el prólogo, Fernando Beltrán le llama "gamberro del idioma. Sancho Panza del verbo. Quijote hasta el hallazgo", elogios muy en consonancia con la celebración cervantina. Artista polifacético, expuso sus pinturas por primera vez en 1960; en 1966, después de componer para otros, empezó a escribir sus propias canciones, que suman más de cuatrocientas. Dirigió el largometraje Un perro llamado Dolor.

-Su libro Canciones, de 1989, lo tengo junto a uno de Fernando Quiñones sobre flamenco...

-Yo nací en Filipinas y allí poco flamenco hay.

-En la Constitución de 1873, de la Primera República, aparece Filipinas como territorio español...

-Cuando nací, estaba bajo la ocupación japonesa.

-¿Descubre el flamenco al llegar a España?

-Para sentir el flamenco hay que nacer muy cerquita. Tengo muy buenos amigos y el flamenco me interesa mucho como manifestación sentimental, emotiva y rítmica.

-En su último libro, ¿hay ecos de las greguerías de Gómez de la Serna y del Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce?

-Van por ahí. Aforismos, greguerías, los aerolitos de Carlos Edmundo de Ory o lo que Yoko Ono llama piezas. Los llamo poemigas, más que poemas son versos con miga poética.

-Ladrones de drones recuerda aquel verso de "con dados juegan condados"...

-Hay homenajes subliminales. Uno de ellos, a Góngora, autor de esa joya.

-¿Y esas variaciones sobre tema mexicano, por utilizar el título que acompañaba al Ocnos de Cernuda?

-Son fotos reales a partir del mármol en la habitación de un hotel de Puebla.

-¿Cómo conoció a Carlos Edmundo de Ory?

-A través de Félix Grande. Después coincidí con él en su casa de Thézy-Glimont, en Francia, y en Madrid.

-Lo acompañó cuando junto a la duquesa de Alba fue nombrado hijo predilecto de Andalucía. ¿Qué le pareció esa pareja?

-Absolutamente surrealista, digna de un aerolito de Ory.

-En un verso clama por un Día Internacional sin Fútbol. ¿Una utopía?

-La gente se extraña cuando les digo que no soy de ningún equipo y las entrevistas incluso veo que cambian de tono.

-Sánchez Dragó se hizo del Numancia...

-Una elección poética. Yo digo que soy del Carboneras, equipo de Almería que no ganaba ningún partido.

-En un libro de 1956, Jaime Gil de Biedma narra un viaje a Filipinas. ¿Usted ya había venido a España?

-Su padre fue presidente de la Compañía General de Tabacos de Filipinas de la que él fue un alto ejecutivo. Los dos fueron jefes de mi padre y recuerdo de pequeño haber visto alguna vez a Jaime Gil de Biedma en mi casa de Manila. Mucho después coincidimos en Barcelona en alguna de esas noches aciagas.

-¿No le gusta el Big Bang?

-Me parece una onomatopeya muy vulgar. Para mí esa explosión es el gran orgasmo de Dios haciendo el amor consigo mismo a tres bandas.

-¿El humor tiene sentido?

-La gente se ríe cada vez menos y chilla más. Cada vez escuchas menos chistes. Antes la gente se pasaba media vida contando chistes. Ahora parece que está crispada, tensa, insegura. Hay muy poco sentido del humor.

-¿Por eso le gusta Chiquito de la Calzada?

-Es un artista. Un genio.

-¿Él lo sabe?

-Una vez coincidimos en un aeropuerto y se lo dije. Me contó dos chistes y luego se fue. Un hombre que va a una zapatería y pide zapatos del 36 y le dicen que de la guerra civil no le queda nada. Lo importante de Chiquito es que nunca ha imitado a nadie, él ha sido imitado por todos.

-¿En los paraísos fiscales los ángeles están endemoniados?

-No son ni siquiera malos. son estúlticos.

-En los cuarteles se lee Todo por la Patria. ¿Su lema es Todo por la Nada?

-Hablar de la nada es imposible, como hablar del todo. El todo y la nada son la misma cosa, no existirían el uno sin la otra.

-Estuvo en la Cartuja en el homenaje a Máximo Moreno, autor del cartel de alguno de sus discos...

-Hace mucho que no los veo a él y a su hermano Benito. Excelentes pintores los dos.

-¿Hay más ruido que música?

-¿Tú qué crees? No hay poesía en las cosas, no hay magia, no hay espejismo. La música no existe.

-Si la madre del conocimiento es la curiosidad y ésta es "la hija indómita de la ignorancia", ¿la ignorancia es la abuela del conocimiento?

-Sin ignorancia no hay instinto de curiosidad, que te abre las puertas del conocimiento.

-Le hago la pregunta de su poema Farenheit 451. ¿Los ebooks arden?

-No tengo ebook, no tengo móvil ni Twitter ni Facebook ni hago selfies.

-¿Por qué un poema a los perros de Pérez-Reverte?

-No lo conozco, pero leí que es aficionado a los perros. Yo nací primero perro y después ser humano.

-¿Tiene perro?

-Siempre lo he tenido, no sabría vivir sin perros. En ese animal está la mirada de la inocencia.

-¿Es más fácil encontrar rosas en el mar?

-Es imposible.

-La ventanilla, si te pilla, ten cuidao...

-La letra era mía y de Jesús Munárriz y la música mía. Hay canciones de hace cincuenta años que parecen escritas ayer.

-¿Por ejemplo?

-Sillón de mis entretelas, mi despachito oficial, quieren dejarme a dos velas, a un director general.

-¿Nadie suelta el sillón?

-Es inalienable a la condición humana.

-¿Cómo surgió el disco para Pepa Flores?

-Fue el último disco que grabó, único con ese nombre. Nueve canciones que hice para ella. Yo era muy amigo de Antonio Gades.

-¿Libertad, igualdad, fraternidad?

-Sólo nos queda Robespierre.

-¿Se siente identificado con la palabra cantautor?

-La verdad, no. Soy un poeta que escribe canciones. Lo de cantautor me suena a cantamañanas y casi prefiero cantamañanas a cantautor.

-¿Visitó la tumba de Voltaire para coger la inscripción?

-La he leído en algún sitio.

-El poeta, el cantante, el pintor, el cineasta. ¿no se siente fragmentado?

-Estoy más o menos entero. Al menos por fuera. Por dentro, no sé.

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