Francisco de Paula, 'Blue Jeans'. Escritor

"No puedo conformarme con hacer libros para entretener"

  • Francisco de Paula escribe bajo el seudónimo Blue Jeans a adolescentes sedientos de historias de amistad y amor.

-Comienza etapa con nuevo libro, ¿qué expectativa tiene?

-Las de cada libro, sobre todo que les guste a los lectores, seguir progresando y aprendiendo. Creo que este libro ha sido el más trabajado de los que he escrito hasta ahora, y también con el que más me he divertido, porque es el que más tiene de mí. He intentado buscar temas que puedan interesarle tanto a los más jóvenes como también a los universitarios, a esos lectores que han ido creciendo conmigo. 


-¿Con quién tiene pensado quedarse, con los que van creciendo o con los nuevos adolescentes? 

-Es un tema muy complicado, hay que encontrar el equilibrio, no podemos hacer un libro que sólo le interese a chicos adolescentes cuando estamos hablando de la universidad. Hay que subir un punto el tono, el carácter de los personajes... sin olvidarme de los chicos y chicas de 12 y 13 años que están empezando a leerme. 

 

-¿Qué es lo mejor de escribir para adolescentes?

-Lo mejor son ellos mismos, el cariño, el apoyo, que tengas una firma de doscientas personas, todo lo que se dedican a ti, las cartitas, los dibujitos, los regalos... ¡Tengo la casa llena de peluches, de tazas...! Y, además, en las redes sociales son los más participativos, es un público muy agradecido, aunque también el más exigente, porque si no les gusta algo te lo van a decir. 

 

-Sus seguidores son sobre todo chicas y, sin embargo, este libro no es "de niñas". 

-Es algo que nos hemos planteado mucho. Hemos decidido no hablar más de chicas. Los libros son para chicos y para chicas, y éste tiene personajes masculinos y femeninos, aunque tenga un corazoncito en la portada y aunque hable de "te quieros". De todos modos, las chicas, en general, leen más.

 

-Sus personajes, incluidos los masculinos, tienen en su mayoría bastante inteligencia emocional, hablan de sentimientos, incluso les ayudan a superar los malos momentos.

-Quizás es porque es lo que yo siento y lo que yo he vivido. Mi grupo de amigos en la universidad no era el típico grupo de "vamos a emborracharnos toda la noche a ver con quién nos liamos". Había muchas inquietudes, gente que sentía mucho lo que hacía, hablábamos de muchas cosas, de deporte, de cine, de música, de la vida... En este libro hay de todo, personajes que buscan más la fiesta, como Manu, y otros que se mueven más por los sentimientos, que es por lo que yo me muevo, por lo que yo me he movido toda la vida. Para mí el valor de la amistad es lo más importante. 


-En el libro toca muchas temáticas que interesan a adolescentes y le da una solución. Por ejemplo, la bulimia.

-Este tema, por desgracia, lo he conocido de cerca, ya lo traté en Canciones para Paula, donde un personaje hacía lo imposible por parecerse a otro para llamar la atención de un chico. Aquí no lo he querido tratar muy en profundidad, pero sí que he querido avisar de que hay páginas en internet  que no se sabe ni quién las lleva, que hablan de la anorexia y la bulimia de una manera muy frívola. Quiero recordar que hay maneras muy sanas de perder peso y de encontrarse bien con uno mismo. 

 

-¿Hay algo que le gustaría que se aprendiera a través de sus novelas?

-Todos los temas que se tocan en la novela son importantes, no me puedo conformar con hacer libros para entretener. Puedo hablar de amores, desamores... pero hay que meter muchas más historias y temas que les interesen. Quiero que vean como se vive el primer año de universidad, es un homenaje a lo que yo viví. Que vean que es una etapa muy bonita y que no hay que tener miedo a los cambios.

 

-¿Cuán importante son en su labor las redes sociales?

-Son muy importantes, y no sólo las redes, sino también las firmas de libros, que son como las fiestas entre el lector y el escritor. Lo paso muy bien, aunque también sufro, porque cada vez se me hace más complicado dedicarle un ratito a cada persona. Yo intento que cada una se sienta especial, pero es que hasta en las redes sociales se me hace cada vez más difícil; no sólo son los tuits, que son más de 80.000 seguidores; son los mensajes privados de Facebook, los comentarios de Latinoamérica... Es tan grande lo que me está pasando que a veces me desborda, pero son cosas que quiero llevar yo, no quiero un community manager. Ha sido tan grande el apoyo del lector que ahora sería incapaz de que alguien contestara un solo tuit por mí. 

 

-Lee a Agatha Christie, ¿qué más?

-Hace tiempo que no la leo. Estoy leyendo After. Quiero saber por qué hay tanto revuelo, y quiero leer eso de las relaciones tóxicas. Creo que también está muy subido de tono. También estoy leyendo a Dolores Redondo. Pero la verdad es que ya no me queda tiempo ni para leer.  


-¿Qué sintió al recoger el Premio Cervantes Chico?

-Fue un día muy bonito. Sentí sorpresa, timidez... Me dieron el premio por el fomento a la lectura entre la gente joven ¿qué mejor? Para mí es un orgullo, y para mis padres otro. 

 

-¿Leen mucho los adolescentes?

-La lista Nielsen publicó que entre los 50 libros más vendidos en España entre enero de 2014 y marzo de 2015 había 21 títulos juveniles, dos de ellos míos: El corredor del laberinto, Sinsajo... Eso demuestra que la gente joven lee. Eso sí, lee lo que quiere. Es complicado enganchar a un chaval a leer con el Quijote o El Lazarillo de Tormes. Hay problemas de comprensión lectora con la literatura actual, imagínate con un libro en castellano antiguo. 

 

-¿Leen en papel?

-Sí, siguen leyendo en papel. Yo soy de la generación en papel, aunque empezara a escribir en fotolog. Uno de los motivos por los que acabé publicando en papel fue porque la editorial decía que los chicos se estaban quedando ciegos de leer en el ordenador. Pero es que, además, los libros míos se convierten en fetiche, los llevan a las firmas... Creo que el ebook se ha estancado un poco. Los adolescentes se comunican por pantallas, pero las lecturas siguen haciéndolas en papel.

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