Gema Monge

"Cada día me sorprendo más de lo que para muchos significa Camarón"

  • Esta actriz tenía diez años cuando su padre, Camarón de la Isla, falleció para convertirse en un mito del flamenco. Ahora ha dado el salto a los escenarios con un tributo a su memoria en el que hace el papel de su madre, Chispa, en el espectáculo Eterno Camarón.

-Participa con su hermano Luis en el espectáculo Eterno Camarón, un homenaje a la memoria de su padre que esta semana está en San Fernando. ¿Emocionada?

-Claro que sí. Para mi hermano y para mí Eterno Camarón es algo muy especial. Además, al participar, al salir a escena, le damos más realidad a toda la historia. No estamos detrás de la dirección ni nada por el estilo, pero en lo que toca a   Camarón, a la historia de su vida, se nos consulta a la familia y tenemos la última palabra. Se trata de hacer las cosas lo más parecido a la realidad, lo más parecido a él.

-Sin embargo, al principio la familia tenía algo de miedo hacia toda esta historia. Su madre ha llegado a comentarlo. 

-No sabíamos cómo iba a quedar el espectáculo ni lo que era. Desconfiábamos un poco por eso. Sin embargo, cuando vimos el guión y cuando empezamos luego con los ensayos, la música, las escenas... Cuando todo tomó cuerpo vimos que era un montaje estupendo. Quedamos muy contentos.

-De Eterno Camarón se ha dicho que es un homenaje correcto y sumamente respetuoso con la memoria del artista.

-Es sumamente respetuoso con mi padre, con Camarón. Está hecho con una gran delicadeza y, sobre todo, con todo el corazón que ponemos en escena no ya solo nosotros -sus hijos- sino todo el equipo. Se nota.

-Cuando falleció su padre hace ya 22 años era todavía una niña. ¿Cómo recuerda al hombre que para el resto del mundo se convirtió en una leyenda del flamenco?

-Pues recuerdo muchas cosas de él, recuerdo que siempre íbamos a darle un besito y un abrazo cuando se levantaba, recuerdo cuando iba a recogernos al colegio y nos dábamos cuenta de que era él por el murmullo de la gente que había en la puerta, recuerdo que le gustaba siempre estar en casa con nosotros...

-Hay una imagen familiar de Camarón que es poco conocida por la trascendencia artística que luego ha tenido.

-Era un hombre muy familiar. Nosotros éramos su refugio del mundo. Cuando estaba de viaje siempre estábamos esperándole y,  cuando llegaba, era fiesta en la casa. Y hoy sigue siendo así, es como si le esperáramos, como si de buenas a primeras fuéramos a verlo aparecer por la puerta.

-Camarón falleció hace más de veinte años pero cada vez se habla más de él.

-Además, cada vez tiene más fuerza su nombre. Es increíble ese poder que tiene. Aunque pase el tiempo, cada vez gusta más a la gente. No se dejan de escuchar sus discos, que se ponen una y otra vez, sus temas...

-De alguna manera sigue estando presente.

-Pues sí, en cierto modo es como si estuviera con nosotros. En casa sigue estando muy presente, sigue siendo el primero y el último.

-Supongo que ha sido difícil crecer siendo la hija de un hombre que se convirtió en la leyenda del flamenco.

-Ha sido difícil en parte. Por ejemplo, ahora, con el espectáculo Eterno Camarón. Era la primera vez que actuaba, que salía a escena. Y me daba un poquito de miedo al principio porque es difícil estar a la altura. La gente va a ver el espectáculo, a recordar a Camarón, pero también vienen porque está la hija de Camarón actuando. Aparte de mi hermano Luis, que también participa y toca la guitarra, de los músicos, de todo el montaje que es realmente maravilloso... Es algo que se nota. La mayoría de las miradas caen sobre mí porque soy la hija de Camarón. Y después del espectáculo me comen, me tocan, me dan besos... Noto el cariño de la gente. "Eres la hija de él, qué alegría", me dicen. Cada día me sorprendo más de lo que la gente quiere a Camarón, de lo que significa para muchos. Es la primera vez que actúo y la verdad es que está siendo una experiencia preciosa e inolvidable. 

-El espectáculo Eterno Camarón, que anoche recaló en San Fernando, donde nació José Monge, se estrenó a finales de mayo en Alcalá de Guadaíra y ha pasado ya por varios escenarios, entre ellos, por el del Teatro La Latina de Madrid. ¿Qué acogida está teniendo este tributo musical que se hace en su memoria y con la participación expresa de su familia, de sus hijos?

-Creo que el espectáculo tiene una gran aceptación y está teniendo una acogida muy grande desde que se estrenó a finales de mayo. La gente sale muy contenta. Y he visto a algunos

espectadores que salen llorando porque todo lo que se hace en escena es muy real. Eso le llega a la gente. Y cuando salgo, mis lágrimas son de verdad, mis risas son de verdad... Es mi vida y todo está ahí. Hay mucho sentimiento y mucha emoción.

-En Eterno Camarón se mete en el papel de su madre, Chispa. ¿Complicado? 

-¡Claro! ¡Imagínate! Es difícil pero intento hacerlo lo mejor posible. También tengo la ventaja de que he crecido con ella, sé como es, cómo trataba a mi padre, el cariño que le tenía, que siempre estaba pendiente de él... Y todos esos momentos que he vivido con ellos..  Sale prácticamente solo. Es algo que se nota en escena.

-La familia ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de San Fernando  para mostrar el legado de Camarón, se ha anunciado la puesta en marcha de un futuro museo, se trabaja en la rehabilitación de su casa natal y en varias iniciativas similares. ¿Qué piensa de todo esto?

-Ya era hora de que Camarón tuviera su museo en San Fernando. La familia está contenta con este proyecto. Allí van a estar todas sus cosas muy bien. Y todo va a ayudar a engrandecer cada día más a Camarón.

-La experiencia de Eterno Camarón, ¿es un punto de partida para Gema Monge?

-Pues la verdad es que estoy entregada al espectáculo, al teatro, estudiando, preparándome... y me gustaría seguir con todo esto en el futuro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios