Àngels Barceló. Periodista, directora de 'Hora 25'

"Como canta Loquillo, yo soy una mil leches"

  • Los dos programas por los que Àngels Barceló (Barcelona, 1963) ha recibido el XXVII premio Andalucía de Periodismo los realizó desde Almería (6 de junio de 2011) y Barbate (23 de diciembre).

-Ganadora del Premio Andalucía de Periodismo, ¿qué relaciones tiene con Andalucía?

-Mis abuelos maternos son de Almería, de Berja. Yo nací en Barcelona, pero nunca me he separado de Andalucía, tierra con la que mantengo vínculos de afecto.

-Y una semana antes, recibió en Madrid junto a Curro Romero, Los Chichos, los Chunguitos y Joaquín Albaicín el premio de Cultura Gitana. Parece que Benedetti escribió para usted que "el Sur también existe".

-Cuando recogí ese premio, ya dije que no me hace falta ningún tipo de sensibilidad. En Barcelona vivía al lado de un barrio gitano. En mi casa las navidades no se entienden sin la zambomba o los villancicos andaluces.

-La ceremonia de los premios Andalucía de Periodismo fue a las 12 horas del 12 del 12 del año 12. A la hora del Ángelus en la que el papa Benedicto XVI anunciaba su Twitter. ¿Oyó alguna vez la hora del Ángelus por la radio?

-No. Nunca. Afortunadamente, mi familia me llevó a un colegio laico y mi relación con la religión acabó cuando hice la primera comunión.

-¿Y el Twitter del Papa?

-No tengo ninguna curiosidad.

-Es barcelonesa y blaugrana. La semana que recibía el premio, Leo Messi pulverizaba en el campo del Betis el récord de goles de Torpedo Müller...

-En el programa que hicimos desde Sevilla entrevisté a Pepe Mel y le dije que el Betis ha sido últimamente uno de los equipos que peor se lo ha hecho pasar al Barça.

-¿Sigue funcionando por aquí abajo el manque pierda? Rubalcaba le ganó las primarias a Chacón y perdió las elecciones. Arenas ganó las autonómicas y gobierna Griñán...

-Andalucía es un territorio muy comprometido y por eso difícil de manejar. Aquí la gente sigue creyendo, no importa la edad que tenga. Aunque es una comunidad donde no se pasa bien, hay unos niveles de solidaridad y compromiso por encima de la media. Cuando estoy en Barcelona me molesta mucho oír clichés de esta tierra. Odio los tópicos y desde la radio siempre procuro combatirlos. Frente a esos tópicos, Andalucía presenta apuestas punteras en innovación, en tecnología.

-Hora 25, el programa que dirige en la Ser, ha cumplido 40 años. ¿Cuándo empezó a oírlo?

-Cuando estaba en la universidad. Nunca me imaginé que terminaría trabajando en ese programa que escuchaba en mi juventud. Cuando fiché por la Ser, para hacer A vivir que son dos días, conocí a Carlos Llamas. Mi compañera Lourdes Lancho, con la que he compartido este premio, llamó a su madre para decirle que estábamos con Carlos Llamas. ¿Quién me iba a decir a mí que terminaría ocupando su silla?

-¿Tiene nostalgia de la televisión?

-Me gusta mucho y no descarto volver a hacerla, pero por ahora no tengo ningún tipo de nostalgia.

-Ha venido en tiempo de abrigos y gabardinas. José Hierro lo escribió en un poema: "Ojú qué frío, los andaluces"...

-Es otro de los tópicos sobre esta tierra. Mis compañeros de tertulia que están en Andalucía dicen que cuando hace frío hace mucho frío.

-De Almería a Barcelona. La misma trayectoria de Carlos Herrera, que siempre presume en público de admirarla...

-La admiración es recíproca. Carlos es para mí un maestro radiofónico. Hay pocas personas en esta país con esa capacidad para hacer cada mañana una radio tan divertida, vibrante, apasionada, que llevando toda la vida en la radio parezca que está empezando.

-No sé si el ministro Wert va a españolizar Cataluña. ¿Catalaniza España la Ser con Gemma Nierga, Carles Francino y Àngels Barceló en las ondas?

-Si en vez de tres catalanes, fueran tres madrileños, de Zamora o de Murcia, no generaría ninguna curiosidad, porque no genera más que eso, curiosidad.

-Uno de sus programas premiados lo hizo en Barbate, que en tiempos fue Barbate de Franco. ¿Cree con Vázquez Montalbán que contra Franco vivíamos mejor?

-¿Y que sin Franco se vive peor? Lo que pienso de Andalucía lo hago extensivo a lugares como Barbate, donde he conocido a una gente con una capacidad de sobreponerse a las adversidades y a todos esos tópicos.

-Allí estalló el caso Juan Guerra...

-¡Es verdad! Pero aparte de Juan Guerra, hay que conocer Barbate por sus magníficas playas, por un parque natural espectacular, su atún, su carne.

-¿Qué sangre andaluza corre por sus venas?

-La de mi abuelo Manolo Suárez, de Berja, que se fue a Barcelona a trabajar en las obras del Metro y se casó con una murciana. Nunca aprendieron a hablar catalán, pero se integraron perfectamente sin renunciar nunca a sus raíces. Yo me he criado en ese mestizaje.

-¿Gana el norte o el sur?

-Mis abuelos paternos son de Tarragona, del Priorato. Como diría Loquillo en su canto del charnego, yo soy una mil leches. En mi casa siempre hubo recetas catalanas, murcianas y andaluzas. Ahora que tanto se habla de independentismo y nacionalismo, me gustaría que la gente se sentara en mi mesa en la cena de Nochebuena y viera en perfecta armonía a una familia muy catalana y a una familia de inmigrantes.

-El Madrid se ha dejado nueve puntos, casi una Liga, en sus tres visitas a Andalucía. ¿Otro premio?

-Es algo que me une mucho con esta tierra, para qué negarlo.

-El otro programa premiado lo hizo en Almería. ¿Sirvió para algo el desagravio del pepino?

-La polémica murió por desnutrición. Un caso flagrante del desequilibrio en las relaciones norte-sur. Se ataca a un sector determinado de un país determinado con absoluta impunidad, el tema cae en el olvido pero el daño está hecho.

-¿Una afición?

-La cocina. Y leer.

-¿Un libro?

-Estoy leyendo No me cuentes tu vida, de Luis García Montero, que es amigo y colaborador de Hora 25.

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