Elecciones

Ciudadanos pierde apoyos, pero mantiene margen de maniobra

  • El partido de Albert Rivera empeora en todas las comunidades y se deja ocho escaños y medio millón de votos. En Cataluña, donde surgió el proyecto, son última fuerza política.

El naranja da un paso atrás, pero se guarda un as en la manga. Que un partido debute en el Congreso de los Diputados con cuarenta representantes en un éxito rotundo, pero perder ocho en poco más de seis meses le quita brillo a lo conseguido. Más aún si se da la casualidad de que el PP, que lucha con Ciudadanos por los votantes conservadores, es quien se los ha quedado casi todos. Y será a los populares a quien la formación naranja tendrá que acercarse si quiere hacer valer sus tres millones de votos. El sorprendente crecimiento del PP deja la suma de las derechas cerca de la mayoría absoluta, siempre que logren convencer a dos clásicos: el PNV y Coalición Canaria.

 

Sería una forma de salvar los muebles después de perder casi medio millón de votos, pero Ciudadanos tendrá que renunciar presumiblemente a su gran reivinidicación: la renuncia de Mariano Rajoy. Aquella lista de populares que enumeró  Juan Carlos Girauta como alternativa al presidente -Cifuentes, Feijóo, Casado- tiene ahora poco sentido. 

 

Sin embargo, en su intervención posterior al conocimiento de los resultados, Albert Rivera puso una clara línea roja. "No habrá estabilidad política en España si no hay regeneración", dijo el político catalán. Cada uno que entienda lo que quiera, pero después tendió la mano a PP y PSOE para poner en marcha la gran coalición. 

Pese a negarse a mostrar satisfacción, el líder de Ciudadanos aprovechó para recordar que el 13% de los votantes se decidieron ayer por su papeleta. "Estoy orgulloso de ser de Ciudadanos, porque el centro ha venido para quedarse", espetó Rivera 

 

Después dio su propio diagnóstico del mal resultado de su partido: la escasa participación -que no fue "la más baja de la historia", como aseguró-, la polarización y, sobre todo, la Ley Electoral. "Con 80.000 votos más que nosotros, Podemos sin las confluencias tiene 12 escaños más", lamentó el presidente de la formación naranja, que insistió en su defensa de una nueva norma que regule las elecciones en España.

 

A pesar del margen de maniobra que conserva Ciudadanos después del 26-J, el resultado es devastador. Sólo mejoran sus resultados en cuatro de las cincuenta provincias españolas: Sevilla, Córdoba, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. A nivel de comunidades autónomas, el descenso es generalizado, al igual que en el número de escaños. 

 

En Castilla-La Mancha, la formación naranja pierde los tres diputados conseguidos, pese a que  el porcentaje de votos se reduce en menos de un 1%. En Castilla y León, con la misma perdida de sufragios, consigue un escaño en Valladolid, frente a los tres del 20-D. En la Comunidad de Madrid, donde sustentan a Cristina Cifuentes, se dejan un representante, al igual que en Andalucía, donde el descenso en votos supera por poco el 1%. También desaparecen los escaños naranjas de Galicia, pese a que la candidatura de Ciudadanos alcanza el 8,5% de los apoyos.

 

En el resto de comunidades logran mantener el mismo número de diputados, aunque reduzca el de sufragios. Especialmente llamativo resulta el caso de Cataluña. Pese a ser el lugar de origen de su líder, Ciudadanos es el partido con menor representación parlamentaria -cinco escaños-, ya que el PP alcanzó ayer los seis representantes en Cataluña. El escándalo de Jorge Fernández Díaz no pasó factura al PP entre los catalanes conservadores y no independentistas.

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