Economía

UBS advierte que ACS abortaría la expansión internacional de Iberdrola

  • El banco de negocios suizo avisa de que la constructora pondría en riesgo el futuro de la eléctrica por su intención de vender sus activos en el extranjero

El banco de negocios suizo UBS acaba de emitir un informe en el que advierte de lo que supondría que la constructora ACS se hiciera con el control de Iberdrola.

El estudio, fechado el 10 de enero, anticipa que la intención de la compañía que preside Florentino Pérez es la de dar un giro de timón radical a la eléctrica y variar la orientación estratégica que inició en el año 2006, basada sobre todo en fortalecer la compañía a través de la expansión internacional.

Según UBS, la constructora no actuaría como un simple inversor financiero sin más, sino que intentaría influir en la gestión de la compañía eléctrica. ¿De qué modo? Pues, según el banco suizo, a través de la venta de activos. Cita, en concreto, dos compañías, adquiridas en el año 2007: la escocesa SocottishPower y la estadounidense Energy East, que hoy se llama Iberdrola USA. Esta desinversión chocaría con la estrategia de su actual presidente, Ignacio Sánchez Galán, el autor material de la expansión exterior.

¿Cuál sería el objetivo de ACS? Según UBS, aumentar el beneficio inmediato de la compañía, con el objetivo de repartir un mayor dividendo y también de incrementar la cotización de los títulos de Iberdrola en 0,50 euros por acción. Con ello, mejoraría el balance de la eléctrica, con lo que reduciría su deuda. De paso, ACS aprovecharía, con el dividendo obtenido, para rebajar también la suya. Otra opción que plantea UBS es que, al fortalecerse el capital de Iberdrola, la compañía de Florentino Pérez recompre acciones y logre hasta un 24%.

UBS advierte que esta estrategia cortoplacista puede comprometer el futuro a largo plazo de Iberdrola. El banco suizo -que fue el que medió en la compra del último paquete de acciones que adquirió ACS, a finales de 2010- señala que, aunque existe riesgo de sobreendeudamiento, la diversificación geográfica de la empresa es la política correcta. En caso de que, con la entrada de ACS, se frenara la expansión internacional, Iberdrola incrementaría de forma significativa su exposición a España, algo que UBS considera negativo porque el sector eléctrico interno "sigue sometido a una elevada incertidumbre regulatoria". Desde 2005, la compañía ha pasado de depender en un 80% del mercado español -a juzgar por los datos de su Ebitda- a concentrar menos del 50% de su negocio en el país.

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