Ebro Puleva convertirá la antigua azucarera de La Rinconada, en Sevilla, en un centro tecnológico del cereal. La nueva planta estará destinada a la producción de harinas funcionales, con aplicaciones en cereales de consumo humano y alimentos infantiles. Esto es lo que anunció ayer el presidente de la compañía, Antonio Hernández Callejas, quién valoró la inversión necesaria en una horquilla de entre 15 y 30 millones y adelantó una fecha para el comienzo de la nueva actividad: 2010. Ebro Puleva también abrirá otra planta en Peñafiel (Valladolid), dedicada a la producción de ingredientes bioactivos para mejorar problemas digestivos, cardiovasculares o de glucemia. Lo que no se hará se hará continuar con la planta de Biodiésel en Jédula (Cádiz), porque "a pesar de haber invertido diez millones, en las condiciones actuales el proyecto no es viable". Tampoco, de momento, se trasladará la arrocera Herba, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) a la Puebla del Río. "Ni la situación urbanística ni la inmobiliaria lo permite"

Éstas fueron las principales novedades del repaso que el máximo responsable de Ebro Puleva hizo de la actividad innovadora de la empresa, en el marco del Foro Agroalimentario de Andalucía. Hernández Callejas comenzó con una declaración de principios: la innovación es esencial para dotar de valor añadido a la industria agroalimentaria, y el valor añadido es, hoy día, el camino hacia la rentabilidad. "El modelo tradicional de negocio se ha quedado en manos de la marca blanca. No es esperable que ninguna marca de distribución aporte un producto realmente innovador". Por tanto, según Hernández Callejas, "la aplicación de la innovación se convierte en una necesidad estratégica para la creación de productos únicos".

El ejemplo, dentro de Puleva, es Puleva Biotech, compañía con sede en Granada que tiene la investigación como punto de referencia. A lo largo de sus treinta años de trayectoria ha obtenido diez patentes mundiales y ha desarrollado 20 alimentos funcionales, además de colaborar en la actualidad con 50 universidades, instituciones y hospitales y publicar 150 trabajos de investigación. Al propio de Puleva Biotech hay que sumar cuatro centros de investigación, uno en Valencia, dos en Francia y otro en EEUU.

Hernández Callejas glosó algunos de los hitos que han contribuido a que Ebro Puleva sea una empresa de dimensión multinacional que cotiza en bolsa. Así, la patente de Hereditum, selección de bacterias probióticas de la leche materna, "revolucionó" la comunidad científica al demostrar que esta leche "juega un papel fundamental en la colonización inicial del intestino del recién nacido". Los trabajos no sólo se han limitado al bebé, sino que se han extendido a la mujer, al demostrarse "que estas bacterias probióticas pueden ser también determinantes en la mejora de diferentnes patologías", como la mastitis.

Otro hito es el desarrollo del Eupoly Omega 3, un aceite rico en esta sustancia aplicado a lacteos, zumos, arroz, pasta, cereales, etc. "El descubrimiento en sí mismo no es el único éxito ni el rasgo definitivamente diferenciador, sino el disponer también del know how (método de producción) técnico necesario para poder producir alimentos funcionales que lo contengan". A día de hoy, Ebro Puleva exporta el 50% de los productos con este aceite, a países como Holanda, México, Reino Unido, Israel o Noruega.

Tras la integración, hace un año, de Exxentia en Puleva Biotech se ha desarrollado la extracción de principios activos de origen vegetal. Un ejemplo es Exxenterol, extracto de un fruto mediterráneo "que tras numerosos estudios clínicos ha demostrado una gran capacidad de reducción de los niveles de colesterol". Con prototipos como batidos, pizzas o bollería, se ha desarrollado un producto "que puede cumplir la doble función de alimento saciante o absorbente de grasas". Ebro Puleva también ha desarrollado un activo funcional antioxidante, obtenido a partir de plantas naturales, que, añadido a piensos animales, mejora la calidad de la carne y la protege de la oxidación.