La arraigada implantación de la venta de tabaco de contrabando en Andalucía acaba saliéndole muy cara al conjunto de la comunidad autónoma: un estudio de investigación acaba de cifrar en 780,3 millones de euros en todo el año 2015 el impacto negativo en la economía regional, de los que casi la mitad -379,6 millones de euros- son impuestos no recaudados.

El estudio Estimación de la implicaciones económicas generadas por la venta de tabaco en la comunidad autónoma de Andalucía y en el conjunto del estado español es una radiografía de lo que la región pierde por recurrir al tabaco ilícito en vez de al que se vende legalmente en los estancos y expendedores autorizados. Realizado por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Loyola Andalucía de Sevilla, con el apoyo de Center of Economic Scenario Analysis and Research y en colaboración con la tabaquera Altadis, el estudio explica cuánto se deja de generar, tanto para el sector privado como para el público. Porque un trasvase de esas ventas en canales ilícitos hacia el circuito legal de comercialización generaría ingresos en la propia industria y en el resto de sectores que proveen a ésta de bienes y servicios, creando empleo y aumentando la demanda interna andaluza, en lo que se refiere al sector privado, y, respecto al ámbito público, un aumento de ña recaudación de IVA e impuestos especiales por la pura venta e IRPF, cotizaciones, IVA y sociedades de la actividad que el sector genera por sí mismo y en otros.

"Este estudio explica cómo Andalucía se empobrece con el contrabando", resaltó Rocío Ingelmo, directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis.

Ciertamente, el estudio detalla que Andalucía habría generado 400,7 millones de euros en las cifras de negocio directo, indirecto e inducido si toda la venta estimada del contrabando hubiese sido legal, a lo que hay que sumar esos 779,6 millones de impuestos que se habrían recaudado. La altísima fiscalidad de este producto -casi el 80% del precio son impuestos- hace que la merma para las arcas públicas sean casi iguales a las que pierde la sociedad en actividad económica y salarios, explicó Milagros Dones, profesora de la Autónoma que ha dirigido la investigación.

Y es que el estudio también cuantifica la pérdida de empleo: se habría creados 4.166 puestos entre directos e indirectos, más otros 862 inducidos de estar erradicado el contrabando.

Un aspecto muy importante de este estudio es que calcula también que la compra de tabaco de contrabando a menor precio deja renta disponible para otros fines. Esta merma se cifra en 114 millones en el año 2015. Esta parte del estudio es en la que ha colaborado la universidad privada andaluza.

En el estudio también participa la Unión de Consumidores de Andalucía. En su nombre, Juan Moreno, su presidente, destacó los riesgos para el consumidor que entraña el contrabando, al "no haber trazabilidad" ni control a quién se vende.