Baloncesto l NBA

Una cuestión de hamburguesas

  • Los vestuarios de la NBA devoran la comida rápida · Un estudio sobre el peso demuestra que media Liga está pasada de kilos y que muchos son obesos · El bueno de Shaquille O'Neal se lleva el premio gordo

Los gustos culinarios de los estadounidenses son globalmente conocidos. No hay un rincón del planeta que se libre de McDonald's, Burger King, Coca Cola o Kentucky Fried Chicken. Y los vestuarios de la NBA no son, ni mucho menos, el paradigma de los vegetarianos. Es habitual ver pocas horas antes de un partido a un jugador con un cubilete gigante de alitas de pollo, con un litro de cola o con una hamburguesa salvaje chorreando mostaza y ketchup. Los europeos, acuarius en mano, suelen tardar en superar el shock inicial. Es el american way of life, puro y duro.

Como no podía ser de otra forma por las canchas de la NBA se pasean grandes moles humanas, tipos corpulentos, algunos con más gloria, otros con más pena. La pregunta salta sola. ¿Están gordos los deportistas de la mejor Liga de baloncesto del mundo? Hay de todo. Pero algunos sí lo están y mucho.

Hayes Davenport, un bloggero aficionado a este mundillo, se ha tomado la molestia de calcular y sacar a la luz el IMC de todas las plantillas de la NBA de la presente temporada. ¿Qué es el IMC? El Índice de Masa Corporal. Es decir, la medida que determina la cantidad de grasa que una persona tiene en su cuerpo. En cristiano antiguo, si un individio está en forma, gordo u obeso.

El IMC se saca con una fórmula matemática en la que influyen el peso y la altura, pero no es constante. Varía en función del sexo y la edad. Según la escala propuesta por la Organización Mundial de la Salud un IMC normal está considerado entre un valor de 18,5 y 24,9; el sobrepeso entre 25 y 29,9; y todo lo que sea por encima de 30 ya entra en los parámetros de la obesidad.

¿Quién se lleva el premio gordo en la NBA? En efecto no podía ser otro que Shaquille O'Neal. También conocido como Diesel, el Gran Aristóteles, Big Cactus... ahora el Gran Trébol... El bueno de Shaq se lleva la palma a la hora de reventar la báscula. O'Neal ostenta el mayor IMC de la Liga (31,62) merced a sus 147,4 kilos, 2'16 de altura y casi 39 años. Su obesidad, no obstante, no le impide seguir dando batalla en las canchas. En los Celtics es el '5' titular y ofrece 20 minutos de calidad e intimidación. Los kilos le pasan factura, pero, eso sí, chocar hoy en día contra él es como hacerlo con un muro de hormigón armado.

Los Celtics son el segundo equipo más gordo de la NBA (25,99) gracias a O'Neal y a su compañero Glen Davis (30,97). Big Baby -¡menudo apodo!- presume de ser el cuarto jugador más gordo de la Liga. El mini-yo de Shaq suma 131 kilos en apenas 2'06. A sus 25 años el físico aún le permite tirarse al suelo y sorprender con alguna que otra filigrana. De la plantilla de quince de Boston, siete están fuera de peso con el IMC en la mano, incluido Paul Pierce y sus rechonchos brazos.

En el top individual de gordos sorprenden dos novatos como segundo y tercero: Dexter Pittman (31.43), pívot de los Miami Heat de 139,7 kilos, 2'11 y 22 años y Garret Siler (31.12), casi inédito en los Phoenix Suns pese a sus 138 kilos, 2'11 y 25 años. Dejuan Blair (30.4) es el quinto de lista. El rocoso pívot de los San Antonio Spurs, de 22 años, luce 122,5 kilos en un empaquetado cuerpo de 2'00 metros. Entre los más glamourosos sobresale Ron Artest (30.04). El compañero malote de Pau Gasol en los Lakers disimula sus 119,7 kilos en sus 2'01.

La mayoría de los equipos de la NBA promedian un IMC que oscila entre 24 y 25, en la frontera con lo saludable. Los Clippers tienen el dudoso honor de ser el vestuario más grasiento con un promedio de 26,28. Craig Smith, un jugador de relleno nunca mejor dicho, figura como la gran piñata, Baron Davis hace valer su barriga y sólo Aminu ofrece un físico escuálido en el hermano pobre de Los Ángeles.

Entre las muchas curiosidades que ofrece el estudio de peso hay que reseñar que los Heat son el tercer equipo más gordo de la NBA (25,98), a pesar de los músculos de Lebron, Wade y Bosh, seguido por los Hawks (la cuna de la Coca Cola) y los Nuggets (seguro que predomina el pollo) con un IMC de 25,56. En el otro lado de la balanza los Golden State Warriors (24,27) son el conjunto más ligero, seguido por los New Jersey Nets, los Indiana Pacers y los Portland Trailblazers de Rudy Fernández, adalid de las ensaladas. El más sano, el que más se aleja de la tentación del fast food es el escolta de los Timberwolves Corey Brewer (20,14), con 85 kilitos, 2'06 y 26 años. Quizás la próxima temporada Ricky Rubio-su futuro compañero-le descubra el jamón ibérico y un buen pan tumaca.

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