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  • Éibar y Mirandés, testigos de dos de los ascensos de la Balona a Segunda B, ocupan ahora plazas que dan derecho a jugar la liguilla a Segunda · El Hellín pasa apuros para sostenerse en Tercera división

CD Mirandés y Sociedad Deportiva Éibar, dos de los tres equipos ante los que la Real Balompédica Linense ha consumado ascensos a Segunda división B, siguen enlazados, sólo que ahora por mor de la competición. Después de que ayer finalizarse la primera vuelta en el grupo II de la dicha categoría, ambos conjuntos ocupan plazas de las que al término de la competición darán derecho a disputar la fase de ascenso a la Liga Adelante. Peor fortuna acompaña al Hellín Deportivo, el otro testigo de un ascenso del conjunto de La Línea a la división de bronce, ya que ocupa posición de descenso en el grupo XVIII de Tercera.

El primer ascenso a Segunda B de la Balona se produjo en el estadio Ipurúa de Éibar en 1983, después de perder 1-0, un resultado al que se hizo acreedor en buena medida el conjunto linense como consecuencia de la excepcional actuación del meta Diego Tinajero y que hacía bueno el 3-1 de la ida.

El equipo comenzó su andadura de la mano de Quimet Carreras, que alcanzó treinta jornadas sin conocer la derrota -hasta que perdió en Estepona en un duelo muy polémico-. El espectacular arranque ante el Vélez (6-0) fue el anuncio de una campaña impresionante, pero Joaquín Carreras fue relevado de su cargo a poco del final porque la escuadra comenzó a titubear y su sustituto, el mítico Jaco Zafrani, fue el que celebró el salto de categoría.

Tres años después (1986) el Éibar logró por fin el ascenso a Segunda B que tanto perseguía; dos después subió a la ahora denominada Liga Adelante, en la que se sostuvo dieciocho temporadas, consumándose su descenso en la 2005-06. Un año más tarde volvió a subir a Segunda y el pasado verano se despeñó de nuevo a la división de bronce, de la que ahora trata de volver a salir. El Éibar es líder del grupo II, empatado a puntos con el Deportivo Alavés.

Por su parte el Mirandés -que lloró el empate a tres que el 15 de junio de 2008 permitió a la Balona ascender en Anduva- subió doce meses más tarde (curiosamente, en esa temporada no fue campeón de grupo) y tras firmar un discreto debut en la categoría la pasada andadura (13º) ahora está convertido en todo un gallito que sigue destacando por su solidez defensiva (sólo 14 goles en contra). Es tercero, a cinco puntos de los eibarreses.

En junio de 1989 el Hellín, que ya había visto frustrado un ascenso en Algeciras, se quedaba otra vez en la cuneta pese a empatar en La Línea (2-2) en una noche inolvidable, con once mil almas en el Municipal. En la 2004-05 incluso dejó categoría nacional, pero volvió de inmediato. Ahora es decimoctavo en el grupo XVIII de Tercera. Está a dos puntos de los puestos de salvación.

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