David Pérez nació en Pucela el 24 de mayo de 1974 y tuvo una dilatada carrera deportiva a la que puso fin en la Balompédica, con la que superó de largo el centenar de partidos de competición y en la que se quedó enredada una buena parte de él. Este periódico le rebautizó como el 'héroe de Anduva', porque con paradas inverosímiles en los últimos compases del partido en Miranda condujo al equipo de La Línea hacia su último ascenso, el 15 de junio de 2008. Para sus compañeros era, simplemente, El Gato. El guardavallas se encarga ahora de transmitir sus muchos conocimientos a la cantera de Real Valladolid, pero no puede dejar de mirar de reojo a su Balona.

David Pérez se marchó de La Línea casi sin despedirse. Después de un año aciago en Segunda B y con algo de mar de fondo por cuestiones que nada tenían que ver con el terreno de juego pensó en cambiar de aires. Pero no le llegaron ofertas que le atrajesen y se pegó todo un año en blanco. Cuando ya estaba pensando en orientar su destino lejos de los terrenos de juego, el Valladolid le reclamó como preparador de porteros de su filial, que ahora está clasificado en tercera posición del grupo VIII de Tercera, el de Castilla-León. No se lo pensó. Esa propuesta le proporcionaba la posibilidad de seguir calándose los guantes a diario y los que han ocupado esa demarcación saben que nunca dejan de añorarla.

"Es cierto que me sigo considerando portero, porque hace muy poco que lo he dejado y cuando me pongo los guantes...", reconoce. "Es verdad eso que un portero, aunque se retire, nunca deja de serlo".

"La verdad es que estoy muy ilusionado, muy contento de poder estar ahí y de tratar de transmitir todo lo que he podido aprender", relata.

El ex cancerbero balono se ha incorporado a la una factoría muy productiva, que en los últimos años ha parido dos guardavallas como Sergio Asenjo (ahora en el Atlético de Madrid) y Jacobo (en el primer equipo blanquivioleta), así que recae sobre él la responsabilidad de garantizar que habrá una nueva camada.

"He afrontado esta primera temporada un poco a ver cómo iba, pero me estoy planteando que un futuro no a muy largo plazo voy a tratar de sacarme el título de entrenador, porque es lo más parecido a lo que he estado haciendo siempre y me gusta", confiesa.

Aunque su dedicación al club es absolutamente profesional hasta el punto de que incluso se desplaza con el equipo, David Pérez explica que los domingos siempre tiene "un ratito para mirar en futbolme cómo ha quedado la Balona" y que no sólo los lunes "sino muchos días, me conecto a la web de Europa Sur porque así estoy al tanto de todo lo que va sucediendo por allí. Me alegro mucho de que esta temporada le vayan las cosas muy bien".

"No es nada extraordinario, es un equipo que llevo muy dentro, que me caló", casi se justifica. "Por lo que veo Camacho está haciendo buena temporada y es algo que, de verdad, me alegra mucho. Ojalá le sigan marchando las cosas tan bien como hasta ahora".

La actual clasificación tanto de Balompédica como de Valladolid abre las puertas a la posibilidad de que los dos conjuntos se cruzasen en una hipotética fase de ascenso.

"Podría darse, pero no me gustaría mucho, porque me debo al Valladolid, pero también tengo muchos amigos en La Línea y si nos cruzamos significaría que uno de los dos no podría ascender y eso sería muy desagradable", explica

"Como mucho, que los dos quedásemos primeros y así el que perdiese la primera eliminatoria siempre tendría la oportunidad de reengancharse y lograr el ascenso por otra vía", acaba.