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Galiano se hace 'Major'

  • Tras una espectacular carrera como amateur, el golfista de Tesorillo se adentra en el mundo profesional convencido de que alzará los títulos más importantes

Mario Galiano, con pasaporte mitad de Tesorillo mitad de Secadero, representa el futuro del golf comarcal. No hace ni un mes que dio el paso al profesionalismo y además con los objetivos más ambiciosos. Lejos de dejarse deslumbrar por sus muchos éxitos en los últimos años, el golfista sigue regresando a casa cada vez que la competición le ofrece un paréntesis y aprovecha para entrenarse y para ver a los amigos que mantiene desde su infancia. La primera cita con el carnet pro en el bolsillo, La Escuela, no resultó una buena experiencia pero a finales de esta misma semana coincidirá con los mejores profesionales del circuito europeo en Valderrama, una pro-am que le servirá de prólogo para su inminente participación en The Gecko Tour. Una pretemporada con vistas a su presencia en el Challenge Tour, en el mes de abril.

Galiano, un admirador de Tiger Woods que se dejó seducir por el fútbol y el balonmano en los primeros años de su vida, aprovechó una invitación de sus tíos cuando aún era muy pequeño para jugar en La Cañada y apasionarse por el golf, del que ahora ha hecho su modo de vida. A los quince años fue seleccionado para la Escuela Nacional Blume, lo que le obligó a desplazarse a Madrid, y después de levantar títulos de todo tipo durante su etapa amateur, ahora, cuando apenas ha superado la barrera de los 21 años, se enfrenta al doctorado de los dieciocho hoyos.

"Por supuesto que todo ha cambiado yo veía el golf como un hobby", recuerda. "En Madrid crecí como persona y como jugador y fue cuando me planteé que quería dedicarme a esto".

"El paso del mundo amateur al profesional no me ha supuesto un shock, tengo la ventaja de que, como estaba jugando a un gran nivel, he participado mientras he sido amateur en algunos torneos profesionales, pero también es cierto que el profesionalismo supone un cambio en la forma de afrontar cada competición, ya no hay lugar para las amistades, hay que llevar dinero a casa y la responsabilidad es mayor", subraya.

"La mayor diferencia es que una vez entras en este mundo pasas a ser un número", reflexiona en voz alta. "Jason Day es el uno, con todo lo que eso supone, pero no deja de ser un número".

Galiano es consciente de que necesita atravesar un periodo de adaptación, pero dice con un convencimiento que sorprende que tiene "muy claro" que quiere llegar "lo más alto posible".

"Yo quiero ganar un Major, jugar la Ryder Cup y ganarla, porque si entreno bien y con la ayuda de mi equipo [su entrenador Fran Parrón, además de psicólogo, preparador físico, manager...] me veo capacitado", sostiene. "Es cierto que en el golf hay que saber tener paciencia, porque puedes llegar a los veintidós años o a los treinta y eso hay que saber digerirlo bien cuando no salen las cosas"

El tesorillero admite que su vida personal se asemeja poco o nada a la de un chaval de su edad que no se dedique al deporte. "Es evidente que alguna vez salgo, pero por supuesto que no tengo una rutina similar a la de la gente de mi edad que me rodea. Pero yo no me lo planteo como una renuncia, porque ésta es la vida que me gusta, es la que he elegido y es lo que quiero vivir".

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