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Cuatro de los seis supervivientes de 2ª B en la Copa del Rey ocupan plaza de 'liguilla'

La titubeante marcha de la Real Balompédica en el arranque liguero nada tiene que ver con su exitosa participación en la Copa del Rey. O al menos eso dicen los números. La prueba es que cuatro de los seis equipos de Segunda B que han alcanzado los dieciseisavos de final del torneo del KO -en los que se miden a equipos de la Liga BBVA que participan en competiciones europeas- ocupan plaza de las que al final de la competición dan derecho a jugar la fase de ascenso a la Liga Adelante.

Si se analiza la marcha de los supervivientes de la categoría de bronce no hay lugar a dudas: el Barakaldo es líder del grupo II, el Reus lo es del tercero -ambos con una sola derrota- y la UD Logroñés es tercera en el grupo I, la misma posición que ocupa el Cádiz en el IV, por mucho que su fútbol esté más que en entredicho. Es decir que la Balona, que el domingo salió de los puestos de descenso, y el Villanovense, que cayó a ellos, son los únicos afectados por el virus Copa.

Los expertos descartan que, al menos hasta ahora, la Copa pueda tener una consecuencia en el apartado físico en los equipos de Segunda B que siguen en liza. A fin de cuentas los de Rafa Escobar sólo han disputado tres encuentros más que el resto, es decir, los mismos, por ejemplo, que han jugado los equipos del grupo X de Trecera, en cuyas sesiones preparatorias se sobreentiende que existe menor exigencia.

Además, en temporadas anteriores era frecuente que los albinegros se desplazasen a diferentes puntos de la Costa del Sol a disputar partidos, amistosos eso sí, con equipos de superior categoría.

Así que el efecto psiológico, que el propio presidente, Alfredo Gallardo, reconoció que existe, aparece como la única vinculación entre la clasificación copera y el mal arranque de la Liga.

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