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Un candado llamado La Hoya

  • La Balona busca mañana su primer triunfo liguero y lo hace ante un conjunto invicto, que comparte la segunda plaza, que protagoniza su mejor arranque en la división y que, con dos tantos, es el menos batido de toda la Segunda B Pina, lesionado, única baja de los lorquinos

La Hoya Lorca que llega mañana (18:00) al Municipal de La Línea no se antoja, al menos por sus números, como el rival idóneo para que la Balompédica pueda lograr su primera victoria liguera en esta andadura y abandonar el farolillo rojo. El conjunto murciano permanece invicto, comparte la segunda plaza del grupo IV con el Cádiz, sus trece puntos en siete partidos suponen su mejor arranque en Segunda B -incluso por delante del que compléto en la andadura 2013-14, en la que acabó subcampeón- y los dos goles que ha encajado su guardameta, José Antonio Salcedo, identifican a la escuadra lorquina como la menos batido de toda la categoría de bronce. Ésas son sus credenciales.

La Hoya Lorca desembarca en La Línea después de enlazar cuatro empates consecutivos (en Melilla y Linares como visitante y en su campo ante San Roque de Lepe y Cádiz) lo que le permite mantenerse en la zona de liguilla, pero le ha descabalgado del sorprendente liderato que llegó a ocupar en el arranque de la competición.

La Hoya es, sin duda, un club peculiar. Así explica La Verdad de Murcia en un reportaje de César García sus peculiaridades: "A las seis de la mañana empieza el día para Luis Jiménez y Manolo Molina. A las siete y media, frente a un café y una tostada, empieza el trajín. El presidente y el director deportivo de La Hoya Lorca, las dos caras más señalables del proyecto, se reúnen cada mañana en el resturante Miras de Totana, donde tienen un espacio aparte. Allí resuelven y deciden junto al brincoteo de cubiertos, platos, cafés y clientes en la barra de fuera, a unos metros de la que se ha convertido en la oficina no oficial de un club distinto. El salón ya no es un sitio de desayunos, ha adquirido rango de despacho multiusos, punto de encuentro para todo, y hasta allí acuden patrocinadores y gente interesada en La Hoya Lorca, tengan cita previa o no".

El Brócoli Mecánico, como fue bautizado en la temporada de su debut en Segunda B por mor de la peculiar indumentaria que vestía en sus desplazamientos, fue fundado en 2003 y después de alcanzar su cénit en 2014 con la disputa de la fase de ascenso, la pasada andadura las lesiones se cebaron con el vestuario, sobre todo en la primera mitad de la campala, y ya fue un éxito que acabase en la décimotercera plaza y eludiese apreturas en las últimas jornadas.

Al final de la campaña y con la salida del linense José Miguel Campos, que recaló en el Granada B, la plantilla experimentó una profunda metamorfosis hasta el punto de que sólo permanecen cinco futbolistas del pasado curso: Antonio López, Pina, Alcántara -que llegó a debutar en Primera con el Villarreal- Pardo y el ex del Mirandés Álex Bernal.

Por el contrario se incorporaron a la misma, además del algecireño Mario, ex de la Balona (procedente del Cornellá) los porteros Molina (Imperial) y José Antonio Salcaedo (La Roda) y los jugadores de campo Julián Dominguez (Ucam), Edu Alarte y Grego Sierra (Imperial), Javi Cabezas (Barakaldo), Poley (Lucena), Manssour (Huércal Overa), Rubén Martínez (Sant Andreu), Alejandro Belda (CD Olímpic de Xàtiva), Carlos Martínez (Cartagena), Airam Benito (sin equipo), Dani Carballo (CD Tenerife), Pibe (Villarreal de la División de Honor juvenil) y Omar (Torrejón).

En el último mes está llamando poderosamente la participación de Sahiou Gassama, que la temporada pasada disputó 18 partidos en el ascenso de la SD Huesca. Canterano del Real Zaragoza, en 2013 disputó la Copa Africa con la selección de Gambia y anotó un gol.

Con todo parece que su fichaje más relevante ha sido el técnico, Paco García, que después de una dilatada experiencia en el grupo XIII de Tercera, la pasada campaña llevó al filial del Real Murcia, el Imperial, a la fase de ascenso a la Segunda B de la que le apeló el Llosetense. Ha sabido dotar a un equipo reconstruido de una solidez defensiva y un orden que están a la base de su éxito. En La Línea volverá a sentarse en el banquillo, después de cumplir un partido de sanción frente al Cádiz por un altercado con el entrenador del Linares, Antonio Torres, que incluso obligó a intervenir a la Policía.

La Hoya, que viaja hoy, afronta el encuentro con una única baja, la de Pina, por culpa de una lesión.

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