Algeciras -o mejor dicho una algecireña- ha anotado la mayor canasta de los últimos años. Carmen Villalobos pasará en unos días a formar parte del Club Siglo XXI, un proyecto generado en su momento para el Plan ADO con vistas a las Olimpiadas de 1992 y que no sólo ha perdurado en el tiempo, sino que se ha convertido en la fábrica en la que se forman las jugadoras que hoy visten la camisola de la selección nacional femenina de baloncesto. La alero del Ciudad de Algeciras, que ha vivido una progresión inimaginable en apenas doce meses, afronta con enorme ilusión este exigente proyecto que, seguro, le va a cambiar la vida.

Carmen Villalobos García cumplió catorce años el pasado mes de abril. Su formación académica -brillante, brillantísima- tuvo como escenario el colegio Santa Teresa, donde no por casualidad su pabellón lleva el nombre de Juan Arrabal, el director, pero también uno de los responsables de que el deporte de baloncesto esté implantado no sólo en Algeciras, sino en toda la comarca.

Su meteórica progresión sólo ha necesitado un año y medio, el tiempo que ha pasado desde que decidió colgar las botas de fútbol -sí sí, de fútbol- y, debido a su estatura (179 centímetros), llamó la atención de los técnicos de cantera del Ciudad de Algeciras. Mari Ángeles Rizos fue la encargada de inculcarle los primeros conocimientos básicos de un deporte del que, admite, por entonces no tenía ni nociones del reglamento.

"La primera vez que jugué le tenía que preguntar a los árbitros qué habían pitado, porque literalmente no sabía jugar", evoca.

A partir de ese momento decidió acudir "a una concentración abierta" de la Federación Gaditana, que de inmediato determinó incluirla en su selección provincial para disputar el campeonato autonómico, en el que Cádiz fue subcampeón.

La participación de Carmen Villalobos no pasó desapercibida para los selecciones andaluzas y la baloncestista formó parte del equipo autonómico que disputó el Nacional en Zaragoza la pasada Semana Santa.

El siguiente paso fue la llamada para que se integrase en la selección española sub-14 que ganó la Copa Pirineos en Huesca y apenas unas semanas más tarde levantó el trofeo del prestigioso BAM en Eslovenia.

El físico de Carmen Villalobos y sus números propiciaron que los responsables de Siglo XXI -reconocido en todos los ámbitos como la factoría de jugadoras internacionales del baloncesto español- la reclamase para su proyecto, que tiene su epicentro en la Residencia Blume de Esplugues (Barcelona). En el mismo, bajo el auspicio de la Federación Española, se garantiza la formación deportiva y académica de las baloncestistas.

La distancia hizo dudar a la familia, que en última instancia decidió aprovechar lo que se presenta como una oportunidad única.

La baloncestista, que en el futuro pretende cursar estudios de telemática se confiesa entusiasta admiradora de la balear Alba Torrens, que, recalca, tiene un sueldo millonario en el UMMC Ekaterinburg de Ekaterimburgo, Rusia. "Es alero como yo, bueno, en realidad en la selección soy alero, pero yo he jugado en todos los puestos, desde base a pívot dependiendo del equipo", agrega, al tiempo que desliza que, en cualquier caso, nadie fue capaz de practicar el deporte de la canasta como Michael Jordan.

"Sé que para vivir de esto hay que renunciar a muchas cosas, pero estoy mentalizada", se despide.