La cuenta atrás se acerca y el tic-tac se cierne sobre el Nuevo Mirador. El algecirismo congrega a sus huestes a través de una taquilla que marcha a toda velocidad y el vestuario vela armas para la gran cita del domingo: la final contra la Arandina por el ascenso a Segunda división B. Parte de la caseta rojiblanca pasa estos días por una especie de déjà vu, por esa sensación que te hace creer que experimentas algo ya vivido anteriormente. Y en este caso el déjà vu es literal para diez de los futbolistas del equipo de Mere, diez algeciristas que hace dos temporadas fueron protagonistas en el partido de vuelta ante el Tropezón en casa, en un día de gloria que aún permanece latente en la memoria colectiva del Algeciras CF... y que todos sueñan con repetir.

Máiquez, Benítez, Berlanga, Víctor González, Antonio Merino, Javi Chico, Mario, Willy, Antoñito e Iván. Diez nombres propios que ya saben lo que es alcanzar la gesta que el club persigue el domingo. Diez referentes para los más jóvenes. Diez puntales de una plantilla entregada por una causa, devolver al Algeciras a la categoría de bronce.

El domingo 2 de junio de 2013 es un día inolvidable, grabado ya a fuego en los muros del Nuevo Mirador. Aquella calurosa tarde ocho de los nueve jugadores mencionados participaron en el decisivo partido de vuelta ante el Tropezón, en la goleada que neutralizó el tanto encajado en Tanos. Máiquez, Víctor, Benítez, Merino, Berlanga y Javi Chico formaron en el once de gala de Manolo Sanlúcar. Mario e Iván saltaron en el segundo tiempo. Willy y un jovencísimo Antoñito presenciaron el espectáculo desde el banquillo.

La importancia de estos jugadores va mucho más allá de su participación en aquel glorioso once. Berlanga abrió la lata con el primer gol, Benítez marcó el segundo y Mario sentenció con el tercero antes de que Pedro desatase la locura en los últimos minutos. El próximo domingo nueve de estos diez futbolistas pueden ser titulares en el once de Mere, aunque si fuese decisión de Iván, el bravo centrocampista algecireño se ofrecería a jugar a riesgo de que le volviese a costar la rodilla. Su carácter, no obstante, estará presente como siempre en el vestuario.

"Pasan las horas, se acerca el día y uno ya sólo quiere que llegue la hora del partido", reconoce Miguel Ángel Berlanga, que no tiene reparos en confesar que se le ponen "los vellos de punta" con sólo recordar aquella tarde del 2 de junio de 2013. "El ambiente que vivimos fue espectacular y muy importante para nosotros. En el momento en que salimos a dar la vuelta de calentamiento y vimos como resonaba el estadio se nos cambiaron las caras, nos metimos de lleno en el partido", rememora.

Berlanga, que a los pocos minutos vio como el árbitro le anulaba un gol, tuvo el privilegio de marcar el camino de la remontada ante el Tropezón aquel día. "He visto el vídeo millones de veces y mi hijo sigue viéndolo todavía", admite con el cariño de un padre. "Fue el tanto que abrió la lata, la explosión de la gente fue enorme y nos llevaron en volandas hasta el final. Una experiencia única", subraya.

El algecireño, que podría ser una de las novedades de Mere en el once del domingo, pide "humildad y respeto" de cara a un choque de vuelta que augura "disputado". "No va a ser fácil, que nadie piense eso porque la Arandina es un rival complicado y fuerte. Ya nos lo demostraron en su campo, son campeones y el domingo todos vamos a tener que dar el máximo, tener paciencia y hacer lo que sabemos hacer", sostiene el hombre que invocó hace dos temporadas "el espíritu de los cochinos".

Berlanga está convencido de que el domingo la afición "volverá a responder a lo grande". "El último ascenso lo tenemos muy reciente aún, vivimos una experiencia única y quizás por eso nos parece que esta vez es algo similar. Necesitamos el máximo aliento y el máximo de nosotros mismos para tratar de volver a vivir un día grande", concluye el experimentado zaguero.

Adrián Máiquez es otro de los algecireños que pudo vivir a pie de campo el último ascenso. "Fue increíble", afirma. "Desde la llegada en el autobús... Yo nunca había visto tanta afición arropando al equipo, todos de pie, saltando y cantando", recuerda. "Después se dieron todos los condicionantes para que la gente se metiese más aún en el partido", apunta en referencia al retraso de la expedición rival.

"El técnico nos dijo que estuviésemos tranquilos pero en el momento de saltar al campo nos quedamos impactados, faltaba una hora y media y no cabía un alma en el estadio", destaca Máiquez, que asegura que "el equipo fue en volandas todo el partido, fue una pasada".

El lateral, que también valora las condiciones de la Arandina, espera vivir "un ambiente similar". "Creo que será muy difícil que se repita lo del Tropezón, pero vamos a poner todo de nuestra parte, jugamos con nuestra gente. La afición nunca falla en estos momentos y estoy seguro de que no vamos a fallar", sentencia.

Mario es otro de los algeciristas veteranos, otro con mil batallas que disfrutó del último ascenso y suele hablar con templanza . "Llega el momento que os gusta-escribe en un mensaje dirigido a la afición-, el de seguir demostrando que somos especiales y por qué esta ciudad quiere un Algeciras en categoría superior. Este equipo os necesita y sé que no nos vais a fallar, pero os quiero transmitir que mi deseo no es sólo que vayáis, sino que juguéis el partido, como el día del Tropezón, porque así nadie nos parará", augura.

Casi todos los jugadores tienen una cita diaria con las redes sociales, ese instrumento que lo ha acercado a los aficionados. "Un día menos para la batalla final. Os necesitamos en el Mirador", reclema Álvaro Benítez, que nunca olvidará el gol de volea que hizo ante el Tropezón. "Increíble nuestra afición una vez más. Ahora queda el último esfuerzo", escribió Antonio Merino, otro baluarte de la escuadra algecirista. "Os necesitamos más que nunca", reclama Iván, que será desde dentro el primero en animar a un grupo de jugadores que están a un sólo paso de hacer historia.