El Club Deportivo San Roque tiene por delante cinco compromisos para concluir la temporada: tres salidas y dos partidos en el Manolo Mesa. El viaje del sábado a Las Cabezas de San Juan (18:00) representa una buena ocasión para que el equipo de Johny rompa una racha de tres derrotas consecutivas a domicilio. Un bache que choca con el buen hacer de los rojillos como viajeros el resto del curso. Tras el triunfo en el Nuevo Mirador el pasado 22 de febrero, el San Roque no ha vuelto a rascar bola fuera.

Hay quienes bromean con gafes y maldiciones, pero los más sensatos prefieren quedarse con la buena imagen que el San Roque se granjeó en los quince primeros desplazamientos de la temporada. Los de Johny llegaron a convertirse en el quinto mejor viajero del grupo X, sólo por detrás de los cuatro inquilinos de los puestos de liguilla.

Las tres últimas derrotas en Écija, San Fernando y San Juan no han descabalgado demasiado a los rojillos en esa clasificación paralela a domicilio. El San Roque sólo ha cedido una plaza y ahora es el sexto mejor visitante del grupo con 21 puntos, uno menos que el Guadalcacín y los mismos que el Sevilla C. Esto es una muestra de lo difícil que se ha puesto sumar lejos de casa en la segunda vuelta.

Los rojos tienen una prueba de nivel en un campo incómodo como el Carlos Marchena de Las Cabezas, el único emplazamiento, por ejemplo, donde ha caído el líder Algeciras como forastero esta temporada.

Las otras dos visitas que le restan al San Roque esta campaña son a Los Barrios, derbi comarcal a priori sin apuros, y el Antonio Barbadillo de Arcos para poner el broche final. Entre medias, los de Johny recibirán al Recreativo B, casi desahuciado, y al Alcalá, que tiene la permanencia a tiro de piedra.

El propósito de la escuadra sanroqueña pasa por acabar lo mejor posible, superar esa barrera de los 50 puntos que tanto se está resistiendo y volver a arañar puntos fuera de casa.