El Sindicato de Árbitros de Fútbol de Andalucía ha denunciado los insultos machistas de que fue objeto la auxiliar Laura Jiménez de los Galanes Cachafeiro en el transcurso del encuentro de la Segunda Andaluza que el pasado 22 de febrero disputaron en el campo La Era de San Martín de Tesorillo, en el término municipal de Jimena, el conjunto anfitrión y el Jédula y que se resolvió con victoria visitante por cero-tres. El club local, que sólo recibió una multa de cincuenta euros, se ha desmarcado de conductas de este tipo y ha expulsado de la entidad al jugador que arremetió contra la colegiado.

En el apartado tres del acta del encuentro, el reservado al público, el colegiado de San Fernando José Luis Carpintero, escribió: "El público se dirigió a mi asistente fémina en reiteradas ocasiones con las frases siguientes: Ojalá Franco levantará la cabeza y os mandará a vuestro sitio, que es la cocina; vete a fregar, que éste no es tu sitio; deja el banderín, los únicos palos que puedes agarrar son de fregonas y de pollas; no veas si se nota que le has comido la polla al entrenador del Jédula".

Más tarde, el trencilla reflejó en ese mismo apartado: "Entre otros insultos típicos del tipo: guarra, zorra, puta...".

La Federación Andaluza, lejos de seguir los pasos de la Española en el contencioso que mantiene el Real Betis por los gritos contra la excompañera sentimental de Rubén Castro, se limitó a imponer una sanción económica de 50 euros a la UD Tesorillo, que el sindicato arbitral considera insuficiente.

En la web de este colectivo, se puede leer: "Ante un comportamiento de esta índole no podemos hacer otra cosa que mostrar nuestra repulsa más absoluta. Es inadmisible que en el año 2015 todavía tengamos que observar comportamientos propios de un indigno pasado y no de una sociedad desarrollada e igualitaria como ésta en la que creemos vivir".

"Entendemos como extremadamente graves estos sucesos y exigimos se aplique la Ley 19/2007 de 11 de julio contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, ya que es los organizadores del partido tienen una responsabilidad bien delimitada en dicha Ley".

"Estas expresiones intolerantes son el día a día de muchas de nuestras compañeras en el arbitraje, mientras que los dirigentes sólo parecen escuchar el dulce sonido del dinero, es lo único que importa. Basta ya de sexismo en el fútbol, proyectos y programas de lucha contra toda la violencia que sufrimos y, si no se les ocurre nada, váyanse de una vez que los cargos no deberían ser vitalicios", denuncia.

La afectada, a través de su página de Facebook, comenta: "He vivido la situación más lamentable en el arbitraje desde que empecé hace ya siete añitos. Nada más empezar en este mundillo entendí que los insultos serían el pan de cada día, que siempre habría un listillo en las gradas que sabría muchísimo más de reglamento que yo y es algo que acepté, que no comparto ni compartiré, pero que simplemente tenía que aceptar si quería ser árbitro".

"Pero hoy en un Segunda Andaluza, de asistente, en lo que parecía que sería un partido fácil, he vivido todo lo contrario", denuncia.

Más adelante recuerda: "Epezaron los insultos, pero no los insultos típicos de cada partido y no contra el árbitro, sino contra mí. La primera joyita que me dedicaron fue tal que ojalá levantase la cabeza el tito Franco y os volviese a poner a las mujeres en vuestro sitio, que el único palo que deberías agarrar son las pollas y los palos de la fregona".

"A partir de esto ya fue un no parar cosas tales como vete a fregar que no tienes ni puta idea y de la cocina no deberías salir, solo valéis para comer pollas, que es lo que se nota que has hecho con el Jédula; hay que darle una torta pa que se espabile; no, mejor dadle una polla, que seguro que le gusta más, eres una guarra, zorra e incluso de algunos jugadores que fueron justamente expulsados durante el partido anda y vete a comer pollas…ah no, que tú eres más de tijeritas y un sinfín más".

"Los insultos provenían tanto de hombres como de mujeres, lo que me parece algo más lamentable aún", recalca Laura Jiménez.

"Durante los 90 minutos no escuché ni un solo insulto por cómo estaba arbitrando, todos se limitaban a descalificarme como mujer", recalca."Señores, estamos en pleno siglo XXI, año 2015… ¿cómo puede haber gente que siga viviendo en la prehistoria? El hecho de ser mujer no me hace menos que nadie, a ver si os enteráis de una vez".

"Así que, gracias a esa panda de desgraciados (porque no tienen otro nombre), tengo una motivación extra al salir a los terrenos de juego: callar boquitas a la gente de esa calaña", acaba.

Por su parte Diego Quirós, portavoz del club, desveló ayer que la entidad ha entregado la baja al futbolista que tras ser expulsado se dirigió a la auxiliar del árbitro y expresó la total oposición de la entidad, con más de cuarenta años de historia, hacia este tipo de comportamientos.