El entrenador de la Real Balompédica Linense, Rafa Escobar, puso ayer especial énfasis en solicitar tanto a sus jugadores como a los aficionados que afronten "enchufados" el encuentro de esta tarde con el Cacereño. "El partido es complicadísimo, mucho más de lo que parece, y por eso les he pedido a los jugadores el máximo respeto y la máxima concentración, pero también quiero que nuestra gente nos empuje como si enfrente estuviese el Cádiz o el Jaén".

"Lo del domingo pasado en Melilla ya está olvidado", afirma en referencia a la goleada encajada en el Álvarez Claro. "El equipo va a salir a demostrar que fue un mero acciente. ¿Qué tuvimos nuestro mal día en todos los conceptos? Está claro. Pero vamos a dejar claro por qué llevamos veintidós jornadas entre los mejores, por qué nos seguimos codeando con equipos que multiplican nuestro presupuesto".

Escobar garantiza que la Balona será esta tarde un equipo intachable en "cuanto a esfuerzo y sacrificio" a lo que está convencido que unirá "buen juego".

El míster no quiere incidir demasiado en la posibilidad de regresar a las cuatro primeras plazas de la clasificación. "Nuestro objetivo, como siempre, es ganar y lo demás ya vendrá", recalca. "La gente puede estar tranquila, los que salgan al campo formarán un equipo competitivo".

"A mí lo que más me preocupa del Cacereño es que lleva desde la primera jornada fuera de casa y me temo que eso pueda dar una imagen que no corresponde al rival", acaba.