El preparador físico Miguel Cuesta y el segundo entrenador, Domingo Cáceres, desempeñarán las funciones de primer técnico del FC Cartagena, de manera accidental, en el duelo de la undécima jornada del grupo IV de Segunda B que el próximo domingo (17:00) le enfrentará a la Real Balompédica en Cartagonova, después de que el pasado martes la Federación Española notificase al club que las dos personas que han desempeñado esas funciones durante la presente temporada, Julio Rivas y Simón Ruiz, eran inhabilitados durante tres meses. El club no ha hecho oficial aún la decisión de quienes toman el mando, pero ellos son los que están dirigiendo las sesiones preparatorias, los que conocen los mimbres y todo apunta que serán los que se sentarán en el banquillo.

El FC Cartagena, que en las próximas horas espera conocer el futuro de su proceso concursal, está viviendo una de las semanas más difíciles de los últimos años. Sin entrenador, perseguido por su propia mala racha de marcadores (cuatro empates consecutivos) la tensión llega incluso a los jugadores, lo que ha quedado reflejado con algún roce excesivamente virulento entre algunos de ellos en los entrenamientos de esta semana, a los que se ha restado trascendencia desde la caseta.

El delantero valenciano Pablo Pallarés, que la pasada andadura fue uno de los máximos responsables del éxito de La Hoya Lorca, compareció ayer en rueda de prensa y explicó su punto de vista con respecto a esta situación: "A mí personalmente nunca me había pasado algo así, de verme sin entrenador. Nosotros tratamos de mantenernos al margen y de seguir trabajando con la misma ilusión, sólo centrarnos en ganar a la Balona".

"La Balompédica pelea todos las temporadas por estar ahí arriba, hace años que tiene un bloque de jugadores que permanecen juntos, pero nosotros somos el Cartagena y vamos a apretar para llevarnos los tres puntos", agregó. "Y si no se puede ganar, habrá que intentar no perder".

"Estamos trabajando cada día para resolver las cosas que no estamos haciendo bien, pero hay que mantener la tranquilidad y no meternos más presión, porque eso acabaría siendo contraproducente", dijo.

El futbolista cartagenerista admite que en toda su carrera había visto a un equipo firmar ocho empates en diez jornadas, pero recuerda: "La realidad es que estamos a dos partidos del segundo clasificado (puestos que comparten el Cádiz y la propia Balona) y con un par de victorias estaremos ahí arriba".

"Por eso hay que animar a la gente a que confíe en nosotros, porque al final las cosas tendrán que ir bien", recalcó.