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Larga historia de encuentros y desencuentos

  • Los dos rivales del domingo llevan casi dos décadas envueltos en vidas paralelas.

El Lucena CF y la Real Balompédica han vivido vidas paralelas en las últimas temporadas, con presencias de la mano en Copa del Rey y liguillas de ascenso incluidas. Pero la intrahistoria de los enfrentamientos entre unos y otros es larga y bastante tensa. Tanto que se remonta al antecesor del actual equipo celeste, el Atlético Lucentino. Esa extraña vinculación comenzó nada menos que en 1988, cuando el actual entrenador balono, Rafa Escobar, selló su pacto con el entonces presidente, Ángel Serrano, mientras dirigía a los aracelitanos y llegó a La Línea con tres jugadores de la mano, una decisión que encendió a la directiva cordobesa.

La situación de tensión alcanzó su punto álgido en 2007, cuando un más que sospechoso triunfo en la última jornada del Lucentino en El Palmar de Sanlúcar de Barrameda dejó a los albinegros, que habían ganado en La Juventud al Jerez Industrial fuera de la que iba a ser su cuarta fase de ascenso. El sevillano José Vázquez Galán decretó un más que polémico penalti en el último minuto que, transformado por el exbalono Izco, dio la clasificación a los cordobeses. Las sospechas sobre un posible amaño se centraron en el defensa local David Romero, que cometió lo que una web cordobesa definió entonces como una pena máxima "tan clara como increíble por innecesaria"… en el último instante.

David Romero hizo patente su malestar al verse en vuelto en las acusaciones, unas veladas y otras no tanto, de que había sido estimulado para favorecer al Lucena. No era de extrañar que se sintiese incómodo puesto que había abandonado el fútbol a los 14 años y el que lo había recuperado para el ejercicio de este deporte era precisamente el entrenador del equipo que se quedaba fuera, el también sanluqueño Carlos Ríos. "¿Cómo iba yo a hacer algo que le perjudicara?", se preguntaba el futbolista. "Es una muy buena persona y tengo con él una excelente relación".

"La historia no es si yo actué bien o mal, porque no actué de ninguna manera, la historia es, simplemente, que no hubo penalti", comentó con rotundidad.

Ya por entonces el Lucentino se había convertido poco menos que en la 'bestia negra' de una Balona que ni en las temporadas de mayor éxito lograba hacerle doblar la rodilla. De hecho el sucesor de Escobar, Falete, que había jugado hasta unos meses antes a sus órdenes, fue el primero en derrotarle en el Municipal en aquella primera campaña que acabó con el ascenso albinegro a Segunda B tras el doble enfrentamiento con el Hellín.

Es verdad que el Lucena también ganó la temporada pasada en La Línea (0-2), pero eso sucedió en los últimos coletazos de la temporada, cuando la plantilla ya había bajado los brazos al ver que se quedaba fuera de la fase de ascenso. Sin embargo, en las dos visitas anteriores de los celestes, el triunfo había correspondido a los de casa (2-0).

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