La ofrenda floral que la Real Balompédica realizó ayer a la patrona y alcaldesa perpetua de La Línea, la Inmaculada Concepción, tuvo un tinte especialmente emotivo. El presidente de la entidad, Alfredo Gallardo, confesó que se había llevado a cabo con la competición ya empezada, en contra de lo que es costumbre, para que pudiese presidirla el arcipreste de la ciudad, Juan Valenzuela, convaleciente aún de una grave enfermedad. Ambos tuvieron también palabras preñadas de cariño para el utilero albinegro, Manuel Valenzuela Pipi, primo del sacerdote. Jugadores, técnicos y colaboradores posaron tanto dentro como fuera del templo una vez los capitanes depositaron el ramo de flores a pies de la Virgen, cuyo respaldó imploró toda la familia albinegra, un tanto convulsa, todo hay que decirlo, después del estreno liguero del pasado domingo.

Foto: Erasmo Fenoy