El Algeciras Club de Fútbol ha elegido a un entrenador pero también a una forma de ser para lograr lo máximo en la temporada que oficialmente comienza mañana. Baldomero Hermoso Herrera, Mere, es, o mejor dicho, se muestra en estos primeros compases como técnico albirrojo como una persona muy tranquila, dialogante, que asegura escuchar al entorno. No le ha temblado el pulso a la hora de asumir un reto franco y complicado: el de ascender, y hacerlo en medio de un ambiente desconfiado tras la puñalada trapera asestada por el fútbol la pasada Liga. En él recae buena parte de las renovadas ilusiones algeciristas.

-¿En qué porcentaje llega el Algeciras a la primera jornada como le gustaría a su entrenador?

-En un porcentaje alto, estamos muy contento porque hemos llegado con una idea de juego distinta a la que había y nuevos jugadores y hemos conseguido introducir bien los conceptos, ahora queda verlos en la competición. Llegamos bien a la primera jornada.

-De momento, la pretemporada parece que ha devuelto algo de optimismo a una afición que estaba depresiva. Es un paso.

-Lo ha devuelto de forma relativa. No creo que los resultados de pretemporada sean definitivo, lo importante llega a partir de Las Cabezas y comprobaremos si la gente está o no por la labor.

-Habla mucho de los resultados, ¿se considera resultadista?

-Los entrenadores nos contratan para ganar partidos no para jugar bien pero entiendo que si somos los que tenemos más tiempo el balón y controlamos el juego tenemos más opciones. Es la idea principal.

-O sea que no es de los que mueren por una idea

-No, si la competición me demuestra que tenemos que hacer variantes sobre la idea principal, la haremos pero no se va a alejar mucho.

-¿A estas alturas, le preocupa algo?

-Más que preocuparnos, nos ocupa esa mejora constante tanto a nivel individual como colectivo. No podemos vivir en un permanente estado de tensión y de preocupación sino estar con tranquilidad. Si estamos a nuestro mejor nivel estamos en disposición de alcanzar los objetivos. Por lo demás, las condiciones de trabajo son muy buenas, en eso el Algeciras se diferencia de otros clubes del grupo.

-¿Hasta qué punto es consciente de que llega a un Algeciras con un enorme nivel de exigencia? Aquí sólo vale ascender.

-Somos plenamente consciente de que tenemos que jugar cada partido para ganarlo, desde la jornada uno supone una obligación ganar cada partido. Sé que las victorias no dejan de ser una obligación y las derrotas abren un debate y te expone al fracaso. Soy consciente de a qué equipo he venido.

-¿Y teme pagar los platos rotos del año pasado? ¿Notas crispación en el ambiente?

-Lo puedo entender pero no podemos pretender ascender en noviembre. Entiendo que el entorno se presta a eso, la afición, los medios, la sensación es que hay que hacerlo todo perfecto desde el primer día pero ascender, a cualquier categoría, cuesta una auténtica enormidad. Creo que tenemos que mirar cómo se tomaron las cosas hace dos años, nos tenemos que ir a ese punto de cocción que tenía el entorno y el club.

-Hay quien piensa que Manolo Sanlúcar ha influido o incluso influye aún en Mere.

-El que piense eso está equivocado. Para nada Manolo ha tenido que ver en nada desde que yo entré aquí. Que haya hablado bien de mí o me haya recomendado, me consta que es así pero tampoco creo que eso haya sido definitivo.

-¿Tiene la plantilla que querías?

-Totalmente. Si no consigo sacarle rendimiento a esta plantilla es porque o mi trabajo no es bueno, o los futbolista no dan el nivel que pretendíamos.

-¿Y el vestuario que quieres?

-Es muy bueno el ambiente que se vive, eso es verdad. Luego hay gente siente los colores y que tienen una implicación que está por encima de lo profesional.

-Es una plantilla amplia, va a tener que dejar gente fuera de peso en cada jornada. ¿Cómo piensa llevar ese 'bendito problema'?

-Hay que llevarlo con naturalidad. Al futbolista se le paga para que entrene, no para que juegue. Trataré de cuidar eso pero es bueno que el jugador no esté contento si no va convocado.

-Ascender al Algeciras sería una forma de quitarse la espina del descenso que vivió como jugador albirrojo ante el Caudal.

-Queda lejos, aquello pasó y la frustración que me provocó aquello no me la va a quitar esto pero me puede crear una satisfacción inolvidable.

-¿Hubiera cogido el equipo en otras circunstancias, si no hubiese sido un entrenador que está empezando, que necesita demostrar ?

-Pocos entrenadores hubieran dicho no al Algeciras si se le permite lo que se me ha permitido a mí. Tengo el equipo que quiero y estoy en un club que merece mucho la pena. Entrenar es difícil y aunque aquí no tenéis conciencia de eso pero entrenar al Algeciras es algo suculento.

-Lo típico es terminar con un mensaje, a la afición, que seguro que no le viene mal.

-Que trabajo no faltar. Que estamos muy mentalizado, que tenemos un grupo sano y que vamos a necesitar mucho de ella.