Real balompédica linense

El desparpajo se llama Chico Rubio

  • El canterano, que es la sensación de la pretemporada de la Balona, se muestra "encantado" por la "confianza" que le da Escobar En La Estación dio dos asistencias y fue de los mejores

La pretemporada es el escaparate propicio para que puedan demostrar qué fútbol tienen en sus botas los canteranos a los que se les da la oportunidad de entrenar con el primer equipo. En la Real Balompédica Linense, ya hay varios que han despuntado, entre ellos, Chico Rubio, que ha causado auténtica sensación. Este mediapunta linense de 18 años, ha sido titular en los dos amistosos, ante Middlesbrough y San Bernardo, dejando detalles de mucha calidad en el test del pasado martes en la Estación de San Roque. "Estoy muy feliz por ver que me están saliendo las cosas bien y ahora juego con más confianza", comenta el todavía juvenil albinegro.

José Antonio Rubio Quirós Chico Rubio está pisando fuerte esta pretemporada. Nacido en La Línea de la Concepción el 11 de julio de 1996, el canterano albinegro cuajó una magnífica primera parte ante el San Bernardo con dos asistencias en su haber. "Me siento muy cómodo desbordando y dando el último pase, los compañeros me aportan confianza, en especial Ismael Chico, y me entiendo a la perfección con todos", señala.

Dejando a un lado a Blas, que ya es a todos los efectos jugador del primer equipo de la Balona, Chico Rubio es el único de los canteranos que realiza la pretemporada a las órdenes de Escobar que ha comenzado los amistosos ante Middlesbrough y San Bernardo en el once inicial. En la Estación, con el siete a la espalda, el cachorro albinegro partió desde la banda derecha y fue de los mejores. "El entrenador me pusó ahí en los dos encuentros y aunque soy mediapunta puedo desenvolverme bien por cualquier parte de la zona ofensiva. En esa posición también me gusta jugar aunque yo lo haré siempre dónde el míster me lo diga", comenta el mediapunta.

A pesar de los elogios que ha recibido, el canterano es humilde: "Yo lo que tengo que hacer es seguir entrenando fuerte, pidiendo el balón, aprendiendo de los consejos, y cuando me den minutos tratar de aprovecharlos al máximo".

Que un canterano triunfe vistiendo la albinegra de la Balona es una de las cosas que más gusta al aficionado más fiel, pues son siempre los jugadores con los que una grada más se identifica. Tras el partido ante el San Bernardo, Chico Rubio relató orgulloso: "Dos o tres aficionados de los veteranos se me acercaron para darme la enhorabuena y decirme que si sigo así mi futuro en la Balona es prometedor".

"Cuando era pequeño siempre jugaba con los mayores, de ahí mi apodo de Chico", cuenta el juvenil, que aún sigue jugando con y contra mayores y no parece temblarle el pulso. También fueron buenas noticias ante el San Bernardo Labra y Ñito, con uno y dos goles respectivamente. Hay hambre en la cantera albinegra. El futuro de la Balona está en casa.

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