La afición de La Línea volvió a demostrar ayer que tiene una afición digna de una categoría superior a Tercera. Unas 6.000 almas albinegras respondieron respaldando a la Balompédica en su primer partido de la fase de ascenso a Segunda B y convirtieron al Municipal linense en el estadio con más público de los 36 en los que se disputó un partido de ascenso a la categoría de bronce del fútbol español durante el pasado fin de semana.

El campo El Morao, de Caravaca de la Cruz, fue el segundo mejor en cuanto a entrada. Unos 3.500 aficionados ayudaron al conjunto murciano a dejar la eliminatoria prácticamente sentenciada con uno de los cocos, el Real Oviedo, que cayó por 4-1.

En el Mundial 82 de Catarroja los 3.200 aficionados que se dieron cita empujaron de lo lidno para que su equipo lograra vencer al Roquetas, campeón del grupo IX. Santboiá, Ávila y Monzón también tuvieron el respaldo de unos 3.000 espectadores en sus respectivos terrenos de juego.

En el polo opuesto está el campo Gazituaga, en el que juega sus partidos el Zamudio, donde se registró la peor asistencia de las primeras eliminatorias por el ascenso. Sólo acudieron unos 400 espectadores.

Hay un dato curioso: la suma de las entradas de los siete campos a los que acudieron menos aficionados ni se acerca a la que se dio en el Municipal. Uniendo Gazituaga, San Gregorio (Universidad de Oviedo), el Municipal de Santanyí, Paternaín (Iruña), La Caseta (Noja), Romero Cuerda (Villanovense) y Basarte (Amurrio) resultan 4.100 espectadores por los 6.000 del estadio de La Línea. La asistencia en estos campos estuvo entre las 400 y las 700 personas. Entre los campos con menos entrada de público está el de uno de los posibles rivales de la Balona en la última eliminatoria, el Santanyí, al que sólo arroparon 600 aficionados en su duelo ante el Mirandés, que ganó en tierras mallorquinas por 0-2.

Incluso a La Línea acudieron más espectadores que a algunos partidos de la fase de ascenso a Segunda B. En La Bóbila (Gavá) o Los Pozos (Fuerteventura), por ejemplo, acudieron 2.500 y 2.300 aficionados, respectivamente. La asistencia en el Murube de Ceuta fue de unos 5.000, mientras que en Lasesarre (Barakaldo) se vieron en las gradas 6.000 personas.

4.100