"El que venga que venga ya". Así confirmó ayer José Manuel Ríos Corbacho, después del partido frente al potente Ciudad Real, que en la asamblea de socios del próximo día 28 presentará su dimisión irrevocable como presidente del Algeciras Balonmano.

Entre lágrimas, el dirigente algecireño aseguró que estaba viviendo "un acontecimiento durísimo dentro de una temporada que ha sido muy dura, muy, muy dura".

"Formalmente me voy el día 28 pero materialmente me voy ya", insistió, como dejando la puerta abierta a los socios que quieran conformar una nueva directiva y hacer un proyecto en la División de Honor B.

"Debo irme como entré. Esto era para hablar un rato de mucha gente, pero no lo voy a hacer. He decidido no hacerlo, lo he consultado con mi familia y es mejor así", explicó.

"Llevaba un año esperando este momento pero no esperaba que fuera así. Tenía la ilusión de irme como entré, ganándole al mejor equipo del mundo y lo hemos conseguido, aunque el desenlace no sea el esperado", continuó.

"Hay que ayudar al fútbol, ayudar al balonmano para salir adelante", susurró visiblemente emocionado.

"No voy a hablar más como presidente porque esto es lo último que digo. Ya me juzgarán la afición y los periodistas por todo lo que ha pasado en estos tres años. Me quedo con que hemos hecho unas campañas muy dignas, con que hay un colorido en el pabellón que antes no había y le deseo al que venga que sea el más feliz del mundo, que me tiene para lo que necesite. Creo que soy un algecirista más y sólo puedo dar las gracias a los que han estado con nosotros en todo momento", apostillo el responsable del club albirrojo, que eludió entrar en cualquier polémica pese a queha habido muchas en la recta final de su mandato. Sí mandó un mensaje al que se convierta en su sustituto: "Tenemos un entrenador (Ricard Franch) que no se debería perder. Creo que es un lujo y una joya lo que tenemos aquí. Tiene un equipo que con dos o tres piezas puede subir a la Asobal y sólo necesitará que se le apoye, que yo sé que se va a hacer".

El presidente había estado todo el día enfrascado en las gestiones bancarias necesarias para que la plantilla cobre parte de la deuda gracias a la subvención municipal y la mediación del socio y ex directivo Salvador Higuera.