La Real Balompédica cosechó ayer un triunfo grande, preñado de casta pero no exento de calidad en Melilla, un equipo catalogado por todos como uno de los gallitos del grupo, al que supo maniatar durante todo el partido, al que tuvo entre las cuerdas con ocasiones muy claras y al que consiguió ganar jugando con un hombre menos. Los albinegros se quedaron con diez después de que Chico Díaz fuese expulsado al ver la segunda amarilla en el 62' cuando el marcador era aún de empate a cero, pero los de Rafa Escobar, lejos de resentirse, aguantaron las estocadas locales y supieron matar el partido en el momento preciso.

El segundo triunfo en dos partidos hace que los linenses se mantengan en la segunda plaza y si no son líderes es por culpa del gol anotado por los norteafricanos en el campo añadido, que concede la primera plaza en Puertollano.

La Balona comenzó entonada el partido entonada ante un Melilla que se atoraba en el centro del campo. Copi, en el 9', pudo marcar un golazo. El pichichi albinegro de la pasada campaña vio adelantado a Dorronsoro y disparó de folha seca desde el centro del campo, pero el balón se estrelló en el larguero.

Esa acción dio alas a los albinegros, que se vieron con opciones de plantar cara a un conjunto plagado de hombres con experiencia en superior categoría. Dos minutos después David Hernández también tuvo el gol en su cabeza. El puertorrealeño estaba desmarcado dentro del área y remató un centro medido de Francis que Dorronsoro envió a córner con una gran estirada.

La posesión del balón era favorable a un conjunto linense que, no obstante, ahora no llegaba con tanta facilidad sobre el marco melillense. Ismael Chico quiso emular a Copi con otro disparo desde el centro del campo, pero éste se marchó algo desviado.

El dominio de la pelota se fue alternando y el Melilla, que parecía despertar poco a poco, comenzó a hilvanar alguna jugada de ataque, sobre todo por el costado derecho de Edgar, aunque sin generar demasiado peligro. Éste se hizo patente en una falta botada al área por Katxorro que se envenenó al tocar el césped mojado del Álvarez Claro y que acabó perdiéndose por la línea de fondo (27').

Los últimos minutos de la primera mitad fueron de color azulino, pero ni Jonathan Granada ni Katxorro pusieron en apuros a Pagola en sus intentos con disparos lejanos.

Alertados por esos coletazos finales del rival en la primera mitad, los de Rafa Escobar volvieron con mucho brío de la caseta. Dominaron la posesión de balón, tuvieron ocasiones para ganar y además se gustaban combinando y triangulando el balón en el centro del campo para hacer mucho daño por las bandas, especialmente la derecha de Francis y Juampe.

La base de todo era el gran trabajo defensivo de todo el equipo ante un Melilla maniatado, que no lograba pasar del centro del campo, y con Ismael Chico como estandarte. El capitán tenía un imán en los pies y se quedaba con todos los balones sueltos. Sin embargo, ni Copi ni Juampe, que tuvieron las ocasiones más claras, lograron perforar la meta de Dorronsoro.

Cuando parecía que el tanto balono iba a ser cuestión de tiempo llegó un varapalo importante para los linenses, la expulsión de Chico Díaz, que vio la segunda amarilla al cometer una falta en el área local (62').

Con la superioridad numérica el Melilla se echó arriba y obligó a los de Escobar a defender más atrás. Además la Balona se recompuso con Juampe en el centro y Copi en la banda derecha, por lo que el lateral zurdo Moyano y sobre todo su interior, Samu, campaban a sus anchas por el costado.

Con este panorama la Balompédica sufrió ante las estacadas locales, aunque ninguna puso en verdadero peligro la meta de Pagola. Los azulinos llegaron a reclamar un un penalti sobre Chota.

Sin embargo, la Balona no vio mellada su voluntad y aguantó los envites con las botas puestas. Incluso tuvo una ocasión en botas de David Hernández (78') en la que Dorronsoro tuvo que meter la mano en la cepa de su palo derecho.

El Melilla seguía atacando y pudo adelantarse por medio de Andrés Ramos (80') o Moyano, ante el que de nuevo Pagola se lució.

Pero en uno de los contragolpes albinegros la presión de Alberto Merino dio sus frutos en forma de penalti. El veterano linense acosó a Moyano y en su intento de despejar el balón se encontró con la pierna del mayor de los Merino. El árbitro no vio la jugada y señaló la pena máxima a instancias de su auxiliar, que estuvo, cuanto menos, valiente.

Corría el minuto 86 y la Balona había hecho lo más difícil. Ahora quedaba aguantar el tirón, en minutos nueve -cuatro más cinco de añadido-. Sin embargo, Domingo, que llevaba unos minutos en el terreno de juego, aprovechó un servicio de Pagola con todo el Melilla volcado en ataque para sentenciar la contienda.

Los melillenses tuvieron tiempo para marcar por medio de Solabarrieta, pero ya sólo dio tiempo para que el colegiado pitase el final y para que los albinegros celebrasen su segundo triunfo en dos partidos.

Vaya comienzo de temporada el de la Balona. Y el miércoles llega la esperada Copa.

Árbitro: Francisco Lorenzo Martínez Lemus (Mérida), auxiliado por Pulido Durán y Corchado Nieto. Bien. Valiente al señalar, a instancias de un auxiliar, el penalti a favor de los visitantes.

Tarjetas: Amarillas a los locales Chota (40'), Edgar (66') y Solabarrieta (80') y a los albinegros Bello (37'), Guerra (42') y Antonio Merino (52'). Rojas por doble amarilla, al albinegro Chico Díaz (30 y 62').

Goles (0-1) 86' Ocaña, al tranformar un penalti cometido por Moyano sobre Alberto Merino. (0-2) 93' Domingo se marcha por la izquierda en un contragolpe gracias a un servicio lejano de Pagola y bate a Dorronsoro en el mano a mano. (1-2) 95' Solabarrieta cabecea dentro del área.

Incidencias: Encuentro de la segunda jornada de Liga en el grupo IV de la Segunda división B, disputado en el Álvarez Claro de Melilla ante unos 1.100 espectadores. Llovió con intensidad en algunos momentos de la primera mitad.