La compañía Cepsa advirtió ayer de que si no se cumplen las condiciones planteadas en el plazo previsto para la adquisición a La Seda de Barcelona de su filial química Artenius San Roque, se retirará con sus inversiones a otras áreas de negocio más fiables.

La petroquímica alcanzó el pasado 19 de noviembre un acuerdo firme con La Seda de Barcelona para materializar la compraventa sujeta a la realización de determinadas actuaciones previas por La Seda y Artenius San Roque, entre las que destaca la conclusión del proceso de reestructuración de la plantilla de esta última entidad abierto antes de la propuesta de compra. Artenius San Roque presentó el 15 de noviembre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo sobre el total de la plantilla, formada por 91 trabajadores, actualmente en periodo de negociación con los sindicatos. De alcanzarse estas condiciones, la operación se cerraría en un breve plazo, explicaron.

Cepsa considera que el asunto está "total y exclusivamente" en manos de la dirección de la planta sanroqueña y de los agentes locales y subrayó que con esta operación hace un esfuerzo económico notable y supone una apuesta muy arriesgada de cara a la viabilidad de una industria que lleva ya dos fracasos importantes "y va camino del tercero".

La petrolera recordó que se comporta de forma responsable en las comunidades en las que opera y, en este caso, esta operación supone un acto importante de responsabilidad social, además de un calculado interés económico.

"Estamos en un momento difícil para la economía y la industria y la propia Cepsa se ve obligada a efectuar complicados ajustes en su plantilla. Pero precisamente porque somos una empresa seria y responsable, que ha perdurado en el tiempo, no va a comprometer su prestigio y las esperanzas que la sociedad tiene depositadas en ella en una operación sin garantías de futuro", añadieron fuentes de la compañía.

De esta manera, Cepsa expuso que la ruptura de la operación de venta supondría la culminación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de tipo extintivo que hay planteado, "con la consiguiente pérdida de todos los puestos de trabajo y la desaparición definitiva de una instalación industrial más en Campo de Gibraltar". Aún así, la petrolera reconoció que no es fácil que se cumplan las condiciones establecidas para cerrar la operación de compra "ya que la situación en Artenius San Roque hace años que está muy deteriorada". Además, añadió que las relaciones con los interlocutores sociales, en concreto el comité de empresa, "son difíciles y es improbable que Artenius San Roque pueda llegar a acuerdos, que son decisivos para que la venta se lleve a cabo, dentro del plazo estipulado que, en cualquier caso, es breve".

Cepsa expuso el día del pacto de compraventa que la operación supondría una posibilidad de ampliar su cadena de valor del poliéster ya que antes del cese de la actividad de Artenius, Cepsa Química era el principal proveedor de la materia prima de la factoría.