Campo de Gibraltar

La industria del Campo de Gibraltar cede a la crisis y disminuye un 29%

  • Tras resistir a los primeros golpes de la recesión, las grandes empresas energéticas y metalúrgicas de la AGI redujeron su negocio el año pasado en 2.901 millones, aunque lograron estabilizar la rentabilidad

Las sensaciones no eran buenas en los primeras valoraciones del año. Después de un 2008 de resistencia, en el que consiguieron estabilizar el volumen de producción gracias a la incorporación de nuevos socios (el puerto de Algeciras y Gas Natural), las grandes industrias del Campo de Gibraltar han cedido inevitablemente a la crisis. 2009 no se olvidará y quedará en la memoria del sector como el del gran retroceso, tras un decenio de crecimiento constante, que los sitúa a niveles de actividad de hace un lustro. Pero también pasará a los anales por marcar un antes y un después en las relaciones empresariales de la provincia, ya que por primera vez se eligió la Bahía de Cádiz, tras la invitación de la Confederación de Empresarios, como sede de la presentación.

Según el informe de resultados difundido ayer por la AGI (Asociación de Grandes Industrias), el volumen de negocio cayó un 29,1% y dejó atrás, muy atrás, la cota de los 10.000 millones de euros que había rondado en los dos ejercicios precedentes. El valor de la producción se redujo hasta los 7.060,2 millones, 2.901 menos que un año antes.

Aunque las cifras son incuestionables y muestran un balance negativo, la causa no fue tanto el descenso de la actividad como la fuerte rebaja del precio de las mercancías provocada, a su vez, por la disminución de la demanda, según explicó el presidente de la asociación, Miguel Ángel Calderón. "Ha sido un periodo de retos difíciles", reconoció el directivo, que, no obstante, no lanzó un mensaje pesimista, sino esperanzador basado en dos factores: en primer lugar, el mantenimiento del ebitda (la rentabilidad) por encima de los 700 millones y de las inversiones (1.065 millones en los últimos dos años); y los buenos indicadores del primer cuatrimestre, con producciones en torno al 100% e, incluso, con incrementos de hasta el 5%, como es el caso del puerto de Algeciras.

Esta estabilización del resultado bruto, y del valor añadido bruto de la producción por encima de los 1.000 millones, en un entorno de plena crisis ha sido posible gracias a la aplicación de dos principios: una "constante búsqueda reducción de los costes variables", que ha supuesto recortes laborales en las actividades no esenciales; y, en segundo lugar, un fuerte ahorro energético que ha sido "muy bien apoyado" por incentivos de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, según subrayó Calderón.

La bajada se generalizó a todos los sectores, pero fue especialmente virulenta en la metalurgia (-46,3%) debido al parón de Acerinox -inmersa en un ERTE y con un nivel de actividad que se estancó en el 72%- y en el refino de petróleo (-24%) de Cepsa Gibraltar-San Roque, por su gran peso relativo en las cuentas totales (60,9%).

Este proceso de ajuste tuvo una inevitable repercusión en el plano laboral. La nómina de las grandes industrias (tanto propia como auxiliar) estuvo formada por una media anual de 9.882 trabajadores, lo que significa que descendió un 5,8%. El mayor impacto lo encajó la plantilla temporal de las matrices, que ha quedado considerablemente mermada y sólo estuvo compuesta por 417 personas (frente a las 689 de 2008, es decir, un 39,5% menos). Entre los indefinidos, las bajas fueron menores (-1,5%), pero fruto de estos recortes se ha producido una inversión en la balanza laboral del gran sector industrial y el año pasado las subcontratas tuvieron de media más empleados que las empresas de la AGI: 4.829 y 4.636, respectivamente. Parte de estas salidas se han producido a través de jubilaciones de distintos tipos (412 en total), además de 92 bajas registradas durante el ejercicio.

El perfil del trabajador de la AGI también ha cambiado fruto de estas reestructuraciones y la mayoría tiene entre 26 y 40 años (1.988 de los 4.656 totales) y la cualificación predominante con diferencia es la de formación profesional (2.439), aunque los titulados medios y superiores son 1.677, más de un tercio.

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