Campo de Gibraltar

Éste es el precio de la muerte

  • El coste de alquilar un nicho durante 5 años oscila, según la localidad, entre los 55 y 409 euros · El arrendamiento de un panteón para 50 años en Algeciras supera los 21.000 euros

Los antiguos griegos ponían a sus difuntos una moneda debajo de la lengua para que estos pudieran pagar a Caronte el traslado en barca de una ribera a otra del río Aqueronte, paso necesario según la mitología en el camino hacia el inframundo. Cerca de 3.000 años después de que se inventaran estas historias, parece que la situación no ha variado mucho; aunque el dinero ahora se le entrega a otros intermediarios: los Ayuntamientos.

Y es que son los Gobiernos locales los encargados de fijar el precio a abonar para ser enterrado en alguna de las instalaciones mortuorias de los cementerios municipales. Unos enclaves que barajan cifras muy dispares según la localidad y el tipo de tumba elegida por la familia del difunto. Así, las tasas más elevadas son las de los dos camposantos algecireños, gestionados por una empresa privada -Parques y Jardines- . El coste del arrendamiento de un nicho durante cinco años es de 365,05 euros para los ubicados en la primera y cuarta fila del columbario, y de 409,74 euros para los que se hallan en la segunda y tercera fila. Un montante que contrasta de forma radical con los precios manejados por el Ayuntamiento de Los Barrios (el más barato), ya que el alquiler de una sepultura idéntica por el mismo periodo de tiempo en la necrópolis barreña no supera los 56 euros.

Entre ambas cantidades oscilan el resto de municipios del Campo de Gibraltar: Jimena (60,10 euros), San Roque (80 euros), La Línea de la Concepción (82,35 ó 51,25 euros), Castellar (93,49 euros) y Tarifa (189,60 ó 119,24 euros). Pero, aún así, la diferencia entre los dos más caros es abismal, ya que los precios de Algeciras son más del doble que los de la localidad tarifeña.

Y es que los dos camposantos de Algeciras ofrecen una amplia variedad en la que elegir. Además de los nichos y osarios -habituales en todas las instalaciones de la comarca-, la familia del difunto puede contratar la cesión de una tumba por cinco años con un coste de 214,17 euros, o para cincuenta años y de tres plazas, a 5.791,99 euros; o, incluso, el arrendamiento de un panteón, también por cincuenta años (con un precio de 21.720,06 euros).

Pero, a pesar de toda esta oferta, desde que Parques y Jardines se hizo con la gestión de las dos necrópolis de este municipio, el Ayuntamiento eliminó la opción de adquirir un nicho a perpetuidad. "Entendemos que estos enclaves son un bien público y, por tanto, no se pueden vender para la eternidad", subraya María Isabel Álvarez Sánchez, concejala algecireña encargada del área de Cementerio.

De todas formas, los familiares no habitúan a pagar directamente a los Consistorios el coste de las instalaciones mortuorias. "Las tasas las suelen abonar las funerarias y éstas se las cobran generalmente a los hijos de los fallecidos", explican desde la administración local de San Roque. Un municipio en el que se decidió bajar los precios en 2008, según apuntan desde el Ayuntamiento. Y donde, además, el periodo máximo por el que se puede arrendar un nicho son 50 años -con un coste de 80 euros durante el primer lustro y, a partir de entonces, 15 euros en concepto de tasa de renovación por un tiempo similar-. "Una vez que se cumple el plazo máximo admitido, que en nuestro caso también son 50 años, todos los restos se trasladan a un osario común", añade María Isabel Álvarez Sánchez.

Por su parte, las administraciones locales de la comarca también apuestan por eliminar cualquier intento de especulación en los cementerios. "Nadie puede arrendar un nicho y tenerlo vacío con vistas al futuro. De hecho, incluso, si algún familiar decide sacar a su difunto, en ese momento tiene que introducir los restos de otro o la instalación vuelve a manos del Gobierno municipal", señalan desde el Consistorio barreño.

A pesar de ello, como en el sector inmobiliario, el suelo adquiere un gran protagonismo en los camposantos del Campo de Gibraltar. Es el caso, por ejemplo, de la necrópolis de La Línea de la Concepción, donde la construcción de un panteón pasa por la compra del terreno -con una cotización de 1.685 euros el metro cuadrado-. Una cifra a la que hay que sumar una serie de tasas: 187,67 euros por cada inhumación o exhumación de un cadáver y 485,83 euros si se sacan los restos de un fallecido que lleve menos de cinco años en la ubicación.

Paralelamente, Tarifa presenta en éste área una peculiaridad, ya que cuenta con tres cementerios y cada uno de ellos está gestionado por un ente diferente. El ubicado junto al núcleo urbano de Tarifa está a cargo del Ayuntamiento; del de Tahivilla se ocupa la Entidad Local Autónoma (ELA) de allí; y el de Facinas lo administra la Iglesia.

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