A pesar del anuncio de la Consejería de Educación de realizar las obras en el colegio Sagrado Corazón, un gran número de personas, la mayoría padres se concentraron ayer en las puertas del colegio demandando una solución, y los niños no asistieron a clase hoy en señal de protesta. Los padres no estaban convencidos de las medidas de la Junta y solicitan conocer la fecha del inicio de las obras. El director del centro informó que tan sólo acudieron a clase cinco alumnos. No obstante, aclaró que la normalidad llegará hoy, tras el anuncio del alcalde, de que las obras podrían comenzar la próxima semana. Los padres consideran que el problema de la falta de agua es más acuciante con la llegada del calor. La protesta duró una hora y agentes de Policía Local tuvieron que intervenir porque los manifestantes ocupaban parte de la carretera.

Por su parte, el delegado provincial de Educación, Manuel Brenes, anunció ayer al alcalde de San Roque, Fernando Palma, la inminente reparación de las tuberías de agua del centro educativo. Brenes contactó telefónicamente con el alcalde para anunciarle que, de manera inminente, la Junta de Andalucía, a través del ISE, va a acometer las obras de reparación en el centro educativo.

Palma informó al delegado de la preocupación de los padres por la situación que viven los alumnos, así como las medidas del Ayuntamiento para paliar el problema, suministrando agua potable para que los niños puedan beber. El delegado provincial se mostró sensible ante la cuestión y de hecho, ayer mismo tres técnicos del ISE visitaron el colegio para preparar las obras que se van a acomete.

El alcalde valoró la implicación de Brenes en el problema y así se lo ha transmitido, a la vez que ha agradecido su sensibilidad para solucionar este problema. El alcalde mostró igualmente su agradecimiento al concejal de Educación, Ramón Ramírez, que en las últimas semanas ha realizado intensas gestiones y ha mantenido diversos contactos con la Delegación Provincial de Educación y con el ISE para conseguir una solución.

Las obras van a consistir en la sustitución de las tuberías del colegio, en estado defectuoso porque el agua potable sale turbia de los grifos y presenta mal olor. De hecho, el Ayuntamiento sufraga desde hace varias semanas el coste de los bidones de agua potable que se consumen en el Sagrado Corazón, una medida decidida ante el posible riesgo para los escolares.