San Roque

Los damnificados del Guadarranque

  • La preocupación por posibles riadas e inundaciones crece entre los vecinos La barrera antinarcos perjudica a un grupo de personas cuyos botes quedan aislados por los pilotes

La barrera contra el narcotráfico en el Guadarranque, una reivindicación histórica de asociaciones y vecinos, también trae daños colaterales. Un pequeño grupo de pescadores son ahora los que sienten los perjuicios de la barrera de pilotes que se instalan en estos días en el río, pero no es el único, la posibilidad de inundaciones con las crecidas del río es lo más temido.

 

La propuesta del alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, para el retranqueo 30 metros cauce arriba de la barrera para permitir que algunos vecinos sigan haciendo uso de un pequeño atraque ubicado en el margen sanroqueño de la desembocadura cayó en saco roto.

 

El alcalde asume que la situación es la que es y el Gobierno es el que tiene las competencias. Las obras están muy adelantadas y ya no se puede hacer nada. 

 

Ruiz Boix indica que ha hablado personalmente con el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre; con el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce; y con el presidente del PP de San Roque, Carlos Mescua, pidiéndole a todos que se respete la idiosincrasia de una barriada ligada a la costa. "No nos han hecho caso, ni cuando presentamos las alegaciones antes de redactarse el proyecto, ni después", expone.   

 

En la barriada son muy pocos los que se dedican a la pesca de recreo. Algunos de ellos tienen sus botes en un varadero a la entrada de la barriada y son los afectados al quedarse aislados, otro grupo tiene sus barcos antes de la barrera, por lo que sí pueden salir a mar abierto para faenar. 

 

"Aquí en ningún momento nos han dicho que no se pueda pescar. A remo se puede pasar y el varadero siempre ha estado antes de la barrera, son los que están a la entrada enfrente del hostal y junto a las casas los que tendrán que traer sus botes hasta aquí", añadió el dueño de un bar y pescador desde hace más de 30 años. Lo mismo opina Antonio, otro pescador aficionado aunque sin barca. "Pescar es lo que más me gusta y lo hago desde hace muchos años en este río. Ahora no tengo barca, pero no veo el problema para que muevan los botes de sitio  los que se han quedado aislados", señala.

 

"La gente lo que teme es que con una crecida pueda inundarse la barriada. Esa es la gran preocupación, si llueve mucho y se abren las compuertas del pantano de Guadarranque, se producirán inundaciones porque el lodo y las ramas se quedarán entre los pilotes", apuntó José Antonio, otro de los vecinos más jóvenes de la barriada, quien explicó que algunos vecinos han acudido al Ayuntamiento a quejarse.

 

 María, aunque reside en Taraguilla, lleva años trabajando en la limpieza de las calles de Guadarranque. Opina que los vecinos quieren que el río esté como antes pero "están cansados de lanchas para arriba y para abajo". "Están retirando la arena y en una semana puede estar listo porque van a buen ritmo", indica la trabajadora que informa que lo importante es que no llueva antes de que finalice la obra.

 

El grupo político San Roque Sí Se Puede se ha reunido en varias ocasiones con los vecinos de la barriada. Para el portavoz de la agrupación en San Roque existen dos problemas claros: el de los pescadores y el del propio río  y posibles inundaciones.

 

"Presentamos una moción en el Pleno municipal pidiendo que se dragase el río. Estamos por combatir el narcotráfico, pero los que conocemos el río y hemos visto sus riadas, sabemos que si viene una de ellas, los pilotes harán de presa de castor y se producirán inundaciones desde la Almoraima hasta Guadarranque", explica el portavoz del grupo San Roque Sí Se Pueden, José Reyes, que asegura haber vivido muchos años en este núcleo de población.

 

Reyes indica que la semana pasada hubo un encuentro con los vecinos en el que todos estuvieron de acuerdo que sería muy peligroso. Para el portavoz de la agrupación de Podemos en San Roque, la solución es una barrera flotante que se abra y se cierra con un control, porque la que hubo hace años nunca se utilizó.

 

"El río está muy abandonado por las administraciones competentes y la solución prevista es muy peligrosa para los vecinos", añade.

 

Con respecto a la pesca a nivel deportiva, a la que él mismo se dedica con un pequeño bote, opinó que la única solución es que los dueños abandonen el varadero de la entrada y saquen sus botes de allí para continuar con esta afición, que hasta ahora no está prohibida.

 

Los 25 pilotes de la barrera antinarcos se instaló a final de mes. Los pilotes fueron colocados a modo de zig zag para evitar la entrada de embarcaciones o motos de agua que puedan ser utilizadas para la entrada de droga por el río. En los últimos días los trabajadores de Tragsa -adjudicataria de la obra- está retirando el relleno de arena. 

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