Los pantanos de Charco Redondo y Guadarranque, responsables del suministro de agua a la comarca -excepto Tarifa-, han perdido, en tan solo un año, el 33,5% del agua embalsada. Hace tan solo dos días, el pasado nueve de febrero, Charco Redondo acumulaba 46,24 hectómetros cúbicos de agua; y Guadarranque, 34,40, lo que suman un total de 80,64 hectómetros cúbicos de agua almacenada.

El 9 de febrero de 2015 ambos pantanos registraban 121,36 hectómetros, lo que supone la pérdida de más de un tercio -exactamente ese 33,5%- de lo acumulado entre 2015 y 2016. Ambos embalses aportan agua a todos los municipios de la comarca, -excepto a la localidad tarifeña, que se surte del pantano de Almódovar- y a toda la gran industria y empresas que operan en el Campo de Gibraltar.

El pantano de Castellar es el que mayor descenso ha registrado en este año, pasando de 76,87 hectómetros cúbicos en febrero del año pasado, a los menos de 35 de que dispone actualmente.

El descenso en el agua almacenada en los pantanos de Charco Redondo y Guadarranque ha sido casi continuado desde el año 2010, donde alcanzaron los 167, 83 hectómetros cúbicos. Durante los años 2011, 2012 y 2013 las reservas bajaron hasta llegar a los 133,55 hectómetros de 2014. El repunte solo duró un año, ya que en 2015 volvió a descender a 121,36. La caída más brusca se ha producido, sin duda, en el último período anual, perdiendo más de 40,72 hectómetros, casi 41 millones de metros cúbicos de agua.

Este descenso en las reservas de agua de los pantanos que abastecen a la comarca es paralelo a la carencia de lluvias. El año 2010 fue el período hidrólogico que más agua acumularon los pantanos de Castellar y Los Barrios con un total de 2.128 litros por metro cúbico. En lo que llevamos de año hidrológico solo se han acumulado 698. El año más seco fue el de 2012, con 582 litros de agua por metro cúbico.

Con los datos actuales, Charco Redondo está al 56,67% de su capacidad, y Guadarranque al 39,22%. Por tanto, la situación más delicada la vive el pantano de Castellar que, además, desembalsa a un ritmo semanal de 0,62 hectómetros.

Cabe preguntarse entonces hasta cuándo habrá reservas, algo que hasta el momento nadie se atreve a decirlo. La administración no es partidaria de alarmar a la población con tiempos ni plazos porque, además de que se espera que llueva antes del verano; existen otros recursos, aunque menores, que también son usados para el suministro de agua.

Lo único cierto es que en tan solo un año, y debido a la ausencia de lluvias, las reservas totales han pasado de 121,36 a 80,64 hectómetros cúbicos. Registro que se acentúa aún más en el caso del embalse de Castellar, que ha pasado de 76,87 a 34,40 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que significa que su niveles han descendido a menos de la mitad entre 2015 y 2016.

La anómala situación climatológica que se está viviendo este invierno no hace más que acentuar y agravar el estado de los pantanos. El último informe mensual climatológico elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), referido al mes de diciembre de 2015, señala que éste ha sido el segundo mes más calido de todas las series desde 1961.

Estas temperaturas también han sido protagonistas en la comarca durante el mes de diciembre, y así lo atestigua la estación meteorológica de Tarifa, que señaló una media de 18.2 grados de temperatura en el último mes de 2015, lo que supone 1,4 grados más que la última efeméride, de 16,8 grados, correspondiente al año 1945.Esta media mensual de más de 18 grados solo fue superada por la estación meteorológica Tenerife Sur, con 21,5 grados.

En cuanto a las lluvias, la Agencia de Meteorología destaca que diciembre ha sido extremadamente seco, con una precipitación media sobre España de sólo 17 milímetros, lo que significa un 20% de la media de ese mes, que es de 82 milímetros de lluvia registrada a la hora. En los mapas elaborados por la agencia, el Campo de Gibraltar se sitúa entre las regiones muy secas.

Y la situación no parece que vaya a mejorar. Las previsiones que han hecho los meteorólogos de la Aemet para los meses de febrero, marzo y abril apuntan a que es probable que la temperatura alcance valores superiores a los normales en toda España.

En cuanto a las lluvias, advierten de una mayor probabilidad de precipitaciones inferiores a las normales en el cuadrante sureste peninsular y Baleares. En el resto de España no se aprecian diferencias significativas. Para la comarca la probabilidad de que la lluvia sea mayor o menor a otros períodos está igualada.