Un año más el regreso de la imagen de María Santísima de la Luz a su santuario se convirtió en una peregrinación de miles de personas. Se culmina así un mes de celebración en torno a la patrona y alcaldesa perpetua de Tarifa. Alrededor de 6.000 fueron los romeros, no sólo de la localidad sino de otras poblaciones de la comarca y de la provincia, los que hicieron el camino paso a paso desde la parroquia de San Mateo en el centro de Tarifa hasta su templo, donde pasará todo el año. No obstante, fueron más porque muchos se fueron incorporando en la carretera N-340 hasta llegar a la dehesa de Las Caheruelas

A las seis y media de la mañana se abrieron de nuevo las puertas de San Mateos para celebrar la misa de la aurora, preludio de la salida de la parroquia de San Mateo. A sus puertas se congregaron ya muchos más ciudadanos para emprender el camino de vuelta al santuario alrededor de las ocho de la mañana. Su recorrido se dirigió, portando las dos imágenes tanto de la Virgen de la Luz, con su manto rojo escogido para la despedida, como de San Isidro, por la calle Sancho IV pasando por la Puerta de Jerez hasta desembocar en Batalla del Salado, la primera de las paradas y con Pedro Durán, párroco de Tarifa, pronunciando su plática de despedida. En ella pidió a la Patrona mediación para el proceso abierto de elecciones en el seno de esta cofradía. Justo después, el alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, volvió a recoger el bastón de mando, que le diera el día 6 cuando la patrona entró en la ciudad. El hermano mayor, Alfonso Pacheco, le hizo entrega del símbolo. Es el tercer año consecutivo que esto sucede. Se ha convertido de esta manera en parte de la ceremonia tradicional de despedida.

Posteriormente, la romería continuó con orden en todo el trayecto. Los ocho kilómetros que distan desde el centro urbano hasta la ermita se recorrieron con normalidad y sin ningún tipo de incidentes, como se indicó desde la Hermandad.

La Guardia Civil cortó el tráfico en el tramo de la Nacional 340 que lleva hasta la intersección de entrada hacia la zona de la Luz. Esto ayudó considerablemente a tránsito de los miles de peregrinos.

Durante el recorrido hacia el santuario se hicieron varias paradas, como la tradicional en la Huerta de Triviño, El Tito y La Palmosilla, ya encarando el carril que lleva a la ermita tras pasar un pequeño tramo de la N-340 con el dispositivo de seguridad de la Guardia Civil y Policía Local de Tarifa. Hasta pasada la una del mediodía no llegó la imagen al santuario de la Luz, no sin antes disfrutar los romeros de la parada en la Palmosilla. Muchos pudieron realizar fotos y reposar del camino en el lugar, apaciguando la sed y el hambre.

Mayores y jóvenes por igual, algunos con cañas o palos para hacer más leve el recorrido, acompañaban el peregrinaje en un día marcado por el sol y una pequeña brisa de levante. El hermano mayor, Alfonso Pacheco, destacó el seguimiento y la aceptación de esta tradición cada año, al igual que los cultos litúrgicos en horno a la Virgen.