Las colas en ella forman parte del precio que hay que pagar por pasar un día de playa en el paraíso. Mientras llegan las odiadas retenciones, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha identificado la carretera Nacional 340 desde Vejer hasta Algeciras como un tramo de especial peligrosidad en el que se intensificará la vigilancia. Así, además de los dos radares fijos que ya existen, un radar móvil disuade ya a turistas y locales de pisar el acelerador demasiado en las temibles curvas de la carretera de Tarifa.

El vehículo del radar móvil se encontraba ayer, precisamente, en la citada carretera a su paso por la barriada de Pelayo, en un tramo donde la velocidad máxima permitida es de 50 kilómetros por hora y donde la concentración de accidentes de tráfico es una realidad. La DGT ha hecho pública la información de los tramos donde intensificará la vigilancia para que los conductores extremen la precaución y cumplan los límites de velocidad. En ese mapa, la Nacional 340 está como tramo de intensificación de la vigilancia.

Otra de las particularidades de este tramo de la carretera Nacional 340 es su alta densidad de tráfico durante los fines de semana, sobre todo en verano, debido a que se trata de la vía de acceso al litoral de Tarifa. Las colas suelen darse tanto al mediodía para la llegada a las playas como por la tarde, para el regreso.

Por ello, desde el 1 de julio Tráfico dispone de conos para habilitar un carril adicional y que sean dos los que llegan a Algeciras, para dar fluidez a la circulación. Por ahora, la densidad del tráfico no ha sido suficiente como para habilitarlos y en lo que va de verano, aún no ha sido necesario colocarlos. Este domingo, la Guardia Civil de Tráfico llegó a disponer de ellos en la carretera, aunque finalmente no se tuvieron que colocar.

Así, la Nacional 340 a su paso por el Campo de Gibraltar cuenta con tres radares, de los que dos son fijos y uno es móvil, que se moverá entre el punto kilométrico 34.969 (en el término municipal de Vejer de la Frontera) y 102.39 (ya en Algeciras), para ambos sentidos de la circulación. Los fijos están en la subida junto al primer acceso a Tarifa (84.86) y cerca del acceso a Bolonia (70.375). En el resto de la comarca hay otros nueve radares, incluido el nuevo del túnel del Acceso Norte al puerto de Algeciras.

El criterio que ha utilizado la DGT para la identificación de estos tramos por su peligrosidad y para la ubicación de los radares móviles resultan del análisis del número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesitaron hospitalización, el número de accidentes en general y la información de la velocidad media de circulación en esos tramos.

La Nacional 340, de hecho, sufre una alta concentración de accidentes, aunque ninguna víctima mortal en lo que va de año. El último siniestro ocurrió el 21 de junio, cuando un turismo cayó por el viaducto y se precipitó unos 10 metros. El conductor, que era el único ocupante del vehículo, resultó herido grave y tuvo que ser trasladado en helicóptero al hospital Punta Europa. En otro accidente, el conductor resultó herido leve después de que su coche protagonizara un espectacular vuelco a la altura del kilómetro 82, en el cruce de la entrada de Tarifa.

El radar móvil se vio ayer en Pelayo y pretende ser visible siempre ya que, según la DGT, el objetivo es vigilar, controlar la velocidad y que los conductores respeten los límites de velocidad establecidos en general, y en particular en aquellos tramos identificados como potencialmente más peligrosos. Así, la Guardia Civil situará los radares móviles en lugares visibles para los conductores, y que esa presencia en las carreteras sirva como medida de disuasión y prevención. La denuncia no será, en ningún caso, el objetivo final.

Por otro lado, las carreteras del Campo de Gibraltar llevan dos víctimas mortales en sendos accidentes ocurridos en distintos puntos de la autovía A-7. El último fue el pasado viernes, cuando un motorista se cayó del vehículo que conducía en el nudo de enlace entre las autovías A-7 y A-381, en el término municipal de Los Barrios. La otra víctima mortal de las vías de la comarca fue un hombre de 76 años de nacionalidad francesa y natural de Casablanca (Marruecos), que falleció como consecuencia del impacto del Mercedes Benz que conducía con la parte trasera de un camión grúa que estaba averiado en la calzada.