El cerco a las mafias del contrabando de tabaco se saldó durante el pasado año con la intervención de 1.943.395 cajetillas por parte de los agentes de la Guardia Civil en el Campo de Gibraltar. Los datos, difundidos ayer por la Comandancia de Algeciras, suponen un descenso del 11,8% respecto a las aprehensiones de 2013; año que se saldó con 2.205.153 cajetillas.

No hay una sola causa tras esta caída del volumen total de mercancía ilícita intervenida, tal y como coinciden desde la Benemérita y la Subdelegación del Gobierno en Cádiz. La simple intervención de un camión repleto de tabaco como el localizado en abril de 2013, que portaba 275.000 cajetillas de una sola tacada; el efecto disuasorio del refuerzo de las medidas de control en la Aduana de La Línea o incluso un descenso en el consumo pueden ser los responsables de la diferencia en las cifras. Aunque el fenómeno del contrabando con origen en Gibraltar y destino a toda Andalucía, lejos de extinguirse, busca vías alternativas como la expedición por mar ante el mayor control en el paso oficial de personas y vehículos.

La Guardia Civil ha centrado sus esfuerzos en descabezar las organizaciones criminales dedicadas a la expedición del tabaco a través de "correos", personas a las que se les encomienda sacar de Gibraltar a través de la Aduana cajetillas en una cantidad que no fuera constitutiva de delito (menos de 15.000 euros de valor). Desde ahí, el tabaco pasa a las "guarderías", el lugar donde se almacena durante un corto periodo de tiempo, para su distribución por toda la región. "Las redes funcionan con una estructura similar a los radios de una bicicleta. Gibraltar es el centro y los radios son el camino que sigue el tabaco para dispersarse por toda Andalucía", compara Pablo Cobo, teniente y portavoz en la Comandancia de Algeciras.

Durante 2014 la Guardia Civil ha logrado desarticular cuatro organizaciones afincadas en La Línea y Algeciras dedicadas a la expedición de tabaco de contrabando a escala regional.

A su vez, el tráfico a pequeña escala ha permitido levantar 4.860 actas por infracciones administrativas. No sólo en la Aduana de La Línea; también en operativos establecidos en las carreteras y a través de embarcaciones. De este tráfico a pequeña escala, en 18 ocasiones llegaron al delito de contrabando; es decir, la cantidad de tabaco superó los 15.000 euros de valoración.

En total, los agentes de la Comandancia de Algeciras detuvieron durante 2014 a 47 personas por contrabando; fueron intervenidos 359 vehículos y 15 embarcaciones utilizados para el transporte de la mercancía.

"El descenso puede deberse a la casuística, porque la labor de la Guardia Civil en la Aduana y las carreteras es continua. Así como la investigación a las redes que están detrás de la venta de tabaco de contrabando", apunta el teniente Cobo. El ritmo de las infracciones administrativas, asegura, es continuo. "Las bandas usan el sistema de las infracciones administrativas porque el flujo de mercancía es constante. Y en las guarderías cada vez se guarda el tabaco menos tiempo y en menor cantidad porque hay un flujo constante", reconoce Cobo.

Los agentes de la Aduana de La Línea se encuentran de todo: tabaco adherido con cinta americana a la cintura, trampillas de activación mecánica ocultas tras la matrícula de un coche o en los asientos de los vehículos. Cualquier recodo pese a que la Aduana cuenta con un potente escáner capaz de "desnudar" un vehículo con apenas un barrido.

El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, apunta a que la intervención de tabaco en la Aduana linense es sensiblemente menor que en 2013 (la Guardia Civil sólo aportó el dato agregado de todas las vías de intervención). Según De Torre, a 31 de octubre de 2014 la aprehensión de tabaco en La Línea llegaba a 517.000 cajetillas frente a 1.106.000 en el mismo periodo del año 2013. ¿Por dónde sale el tabaco entonces, si la cantidad total es sólo un 12% inferior? De Torre lo tiene claro: por el mar.

"Ha caído la intensidad de la aprehensión de tabaco en la Aduana de La Línea porque cuenta con unas medidas tecnológicas de primer nivel, como el control automático de DNI o el escáner. Si hay menos tabaco en la Aduana, se deriva a otras fórmulas", reconoce. Las playas de La Atunara o Sotogrande, sin distingos, son el lugar donde las mafias desembarcan los paquetes previamente importados por Gibraltar. "La vía de los coches con doble fondo se ha minimizado mucho. Ahora estamos reforzando las actuaciones marítimas y los controles en las carreteras", destaca De Torre, quien recuerda el efecto del tabaco de contrabando en la recaudación tributaria, el blanqueo de dinero que lleva implícita la actividad ilegal y la repercusión laboral para los estancos. "Gibraltar importa del orden de 117 millones de toneladas de cajetillas de tabaco al año. Obviamente no se las fuman todas. Sufrimos las consecuencias de un problema y los agentes deben estar atentos a las nuevas vías de expedición", concluye De Torre.