Nueve inmigrantes que trataban de viajar a España en una embarcación, entre ellos tres bebés, fallecieron en la madrugada del jueves al viernes ahogados en la costa marroquí del Estrecho, según hizo público la Wilaya (Gobierno Civil) de Tánger en un comunicado.

El incidente se produjo cuando los efectivos de la Marina Real fueron alertados sobre el naufragio de una embarcación neumática en un punto no precisado de la costa del Estrecho. En la embarcación viajaban treinta personas, según declararon algunos de los 21 rescatados con vida.

Fueron efectivos de la Marina Real, con ayuda de dos helicópteros de la Gendarmería Real, los que lograron rescatar a los 21 náufragos y recuperar los cadáveres de nueve personas, entre ellos tres bebés.

No hay ningún detalle sobre la nacionalidad de los náufragos, que probablemente son subsaharianos, aunque en los últimos tiempos abundan también los refugiados sirios entre los emigrantes que intentan entrar clandestinamente en Europa.

Este suceso es uno de los más graves registrados en las costas marroquíes en los últimos años.

La secretaria de Inmigración del PSOE, Eva Matarín, insistió en la necesidad de "reforzar cada vez en mayor medida la cooperación entre España y Marruecos" para evitar "trágicos acontecimientos en el futuro", como este último naufragio.

El PSOE expresó en una nota de prensa su consternación por el suceso y trasladó sus condolencias a los familiares de las víctimas.

Matarín recordó, una vez más, la necesidad de avanzar en una política de inmigración de la Unión Europea que "permita afrontar con más posibilidades, situaciones que ponen en grave riesgo la vida de las personas". "No podemos ni debemos acostumbrarnos a estas tristes noticias", concluyó.

Por otra parte ayer fue dada de alta en Almería la última de las seis mujeres embarazadas que precisaron hospitalización tras haber alcanzado las costas españolas en una patera rescatada hace dos semanas, en cuya travesía desaparecieron una veintena de personas entre ellas ocho bebés.