El alcalde de Los Barrios, Jorge Romero y el concejal de Medio Ambiente, Miguel Alconchel, visitaron ayer la finca Cucarrete para asistir al desarrollo de la actividad del descorche que comenzó el pasado lunes 9 en esta finca municipal. Una visita en la que el primer edil recordó sus tiempos como trabajador de una cuadrilla de corcheros.

La visita comenzó en el patio de corchas, situado junto a un carril forestal y donde se encuentra el peso, una estructura que asemeja a un trípode de más de dos metros de altura que sostiene a un rudimentario pero preciso peso: la romana. Romero ayudó a los encargados del pesaje a depositar el corcho. Cuando la corcha ha sido pesada y registrada en el cuaderno, mientras llega una nueva carga, se apila dejándolo listo para su trasporte en camiones hasta las diferentes fábricas.

Romero también compartió unos minutos con una cuadrilla de trabajadores donde no han faltado los hachas, los arrecogedores, los arrieros y los mulos. El corchero extrae la corteza, que el recogedor carga sobre el mulo, conducido a su vez por los arrieros. Los pesadores recuentan y apilan las placas en el patio de corchas. Ese es el proceso artesanal y donde la dureza de esta labor se agrava al tener forzosamente que producirse en época estival, que es cuando el árbol únicamente permite quitarse la corteza, periodo coincidente con la mayor actividad vital del alcornoque por causa de las temperaturas reinantes.

El primer edil destacó que esta actividad se recupera después de tres años sin descorche. "Además va a generar unos ingresos para las arcas municipales, ya que se sacó un pliego de condiciones para la gestión por parte de una empresa saca del corcho, y algo muy importante y es que estos trabajos han generado una serie de contrataciones de vecinos de Los Barrios", comentó.

Una vez caídos los trozos de corcho, los arrecogedores se encargan de su depósito en los mulos.