El 26 de noviembre del ejercicio próximo el sector eólico español cumplirá 30 años. Tres décadas desde la instalación de los primeros aerogeneradores en el país, localizados en Tarifa. Un acto que, visto desde la actualidad, significó el inicio de los andares de una industria en auge desde entonces y en la que el Campo de Gibraltar se presentaba como referente a nivel andaluz. Un liderazgo a la deriva desde hace tres años, cuando este tipo de energía limpia comenzó a proliferar en otros puntos de la región; mientras que, en la comarca, apenas crecía el número de molinos instalados. De hecho, si en 2007 esta zona concentraba el 52% de la potencia eólica de toda la Comunidad Autónoma; dicho porcentaje actualmente apenas representa el 19,70%.

Así, los parques de molinos de viento ubicados en Tarifa y Los Barrios -los dos únicos municipios campogibraltareños con este tipo de infraestructura- cuentan en estos momentos con 587 megavatios instalados, frente a los 459,43 de 2007. Una diferencia que implica un ascenso del 27,7%. Un porcentaje bastante considerable, pero inferior al índice andaluz y nacional. De hecho, la región pasó de 863,51 megavatios de potencia eólica en verano de 2007 a los 2.979,3 de ahora; lo que significa un incremento del 345% en apenas tres ejercicios. Por su parte, el sector contaba en España con 15.145 megavatios operativos hace cuatro años, frente a los 20.676 de la actualidad (dos montantes que suponen una subida del 36% durante dicho periodo de tiempo).

Y es que en la comarca se concentran 551 aerogenerados, repartidos entre Tarifa (540) y Los Barrios (11). Además, el Campo de Gibraltar disponía al término de 2010 del 2,8% de la potencia eólica de España, según los datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Un porcentaje que en 2009 ascendía hasta el 3,06% y en verano del 2007 hasta el 3,03%.

La pérdida de liderazgo de la industria comarcal, en comparación con el resto de Andalucía; radica en la proliferación de este tipo de complejo en otros puntos de Cádiz y de la región. De hecho, de los 128 parques localizados en la Comunidad Autónoma -la mayor parte en la provincia gaditana-, un total de 36 se ubican en el Campo de Gibraltar.

De esta forma, la presentación de esta zona como un referente a nivel nacional pierde fuerza cada año que pasa. Y todo ello, a pesar de que la revolución de la industria de la energías limpias arrancó en España en 1982 con la denominada Planta Experimental de Tarifa, impulsada por el entonces Ministerio de Industria y Energía. Un proyecto que culminó con la instalación de Mazinger, el primer aerogenerador del país -llamado de esta forma en referencia al robot protagonista de unos dibujos animados japoneses, muy de moda en los años 80-. Un molino de viento de 20 metros de altura y otros 20 metros de diámetro.

Desde entonces, el sector eólico representa uno de los grandes activos del municipio tarifeño, muy conocido por sus fuertes vientos. Pero, además de esta localidad, Los Barrios fue la única otra ciudad de la comarca que apostó por esta energía verde. Aunque, en este caso, la andadura de la Villa dentro de la industria eólica comenzó en 2006, cuando empezó a funcionar la planta El Pino, con una potencia de 24,6 megavatios -repartidos en cuatro aerogeneradores de 3.000 kilovatios y siete de 1.800-. Un complejo que evita, según datos proporcionados por la propia administración local, la emisión a la atmósfera de 64.000 toneladas de CO2, 540 de óxidos de nitrógeno, 150 de dióxido de azufre y 110 de otro tipo de partículas.