Ingrid García Jonsson. Actriz

"Quiero hacer películas que importen"

  • Nacida en Suecia pero criada en Sevilla y ahora afincada en Madrid, la intérprete protagoniza 'Hermosa juventud', de Jaime Rosales, una película con vocación de retrato generacional

No tienen grandes ambiciones, porque tampoco tienen grandes esperanzas. Los dos veinteañeros a los que retrata Jaime Rosales en Hermosa juventud -para los que la frase inicial funcionaría igual sin los dos grandes- forman parte de esa enorme masa expulsada a las periferias de las ciudades y del futuro, esa que sufre en carne propia, fuera de la pretendida asepsia estadística, niveles de desempleo juvenil de Estado inviable. Aunque hizo algunos trabajos antes, la película ha sido la carta de presentación de Ingrid García Jonsson, nacida hace 22 años en Skelleftea, Suecia, el país de su madre, pero criada y afincada en Sevilla hasta que hace cuatro años se mudó a Madrid para redoblar su apuesta por el cine y para completar unos estudios de Arquitectura que hoy ya ha abandonado, al menos de momento, porque perdió la beca y su dinero -dice tajante, como deseando pasar pronto a otro tema- no le alcanza para pagar la encarecida matrícula. "A pesar de ser de Los Remedios", bromea, "algo sé de la supervivencia".

"Llevo trabajando en esto desde los 15 años más o menos, haciendo cositas sueltas, pequeñas participaciones en pelis, a veces de doble, curré además en televisión, con Los Morancos al principio, y en Menuda noche, y en una serie que se grababa también en Sevilla, El rastro del crimen. Luego me fui a Madrid, donde hice algunos cortos y el año pasado grabé las películas Todos tus secretos e Investigación policial. En Argentina me salió Aliados, una telenovela para adolescentes que está funcionando muy guay. Bueno, he ido haciendo cosas... un poco lo mismo que todo el mundo en esto, que se mantiene de lo que puede, que hace lo que puede", dice la actriz, que empezó haciendo teatro en Sevilla -ingresó en el conservatorio para bailar, pero un profesor la reorientó hacia la interpretación- y que, tras una pequeña aparición en Noche y día, el thriller que rodaron en Sevilla Tom Cruise y Cameron Diaz a las órdenes de James Mangold, decidió cambiar de ciudad "porque todo el cine está en Madrid".

"Pero sigo empadronada en Sevilla", dice García Jonsson, hija de un cordobés "pero también criado en Sevilla", profesor de profesión y fotógrafo de vocación, y de la escultora sueca Anna Jonsson, bien conocida en el panorama artístico de la ciudad (suyo es el monumento a Clara Campoamor de la Plaza de la Pescadería). De ellos aprendió, dice, "que tu vida puede ser diferente, y que no pasa nada". "Ellos siempre han sido diferentes de los demás padres que he conocido, y por lo tanto yo entendí pronto que lo que a mí me gustara no tenía por qué ser igual que lo que le gustara al resto de la gente. Creo que de algún modo he sido diferente toda mi vida, y nunca me he preocupado si mi futuro tomaba derroteros distintos de los que se esperaba. No pensé nunca en buscar un trabajo de abogado o de médico, mis padres me enseñaron, a veces muy a su pesar también, por otro lado, a mirar más allá. Porque al principio no estaban muy de acuerdo con mi elección, no".

Lo empezaron a ver algo más claro cuando vieron hace poco a su hija en el Festival de Cannes, epicentro cada año de la industria cinematográfica mundial, y un foro donde el cine de Rosales, director también de Las horas del día, La soledad, Tiro en la nuca y Sueño y silencio, ha sido siempre cuidado y apoyado. "La experiencia fue maravillosa. Cuando regresé de allí estaba agotada y la gente me preguntaba pero yo no sabía ni cómo describirlo. No me lo esperaba así para nada: se trabaja mucho allí, mucho, y yo pensaba que era más una cosa de glamour, de ver pelis y estar en fiestas. Pero no. Allí en realidad vas a trabajar, a vender tu película, a defenderla como leones, en ese aspecto aquello es una jauría... Pero es maravilloso estar en el meollo del cine y que la gente te considere ya parte de él".

Aparte del propio Rosales, quese ganó hace tiempo la aprobación casi automática en cierto circuito del cine de autor, ella, su interpretación de una joven perdida, que se queda embarazada y decide rodar con su novio una película de porno amateur para sacar algo de dinero, está siendo una de las cosas más celebradas de Hermosa juventud. "Creo que hace un retrato muy objetivo y que no juzga. Por otro lado, se refiere a un sector muy concreto... pero que está ahí. De hecho tengo constancia de que muchas personas se han sentido muy identificadas con la película, y está bien que la gente mayor e incluso la más pequeña la vea y piense en qué situación estamos los jóvenes", afirma García Jonsson, que acudió al casting con ciertas dudas -"sabía que no me parecía mucho a Natalia", su personaje- pero con mucha determinación. "Llegué ya en la tercera tanda o así, en la repesca, porque ya tenían alguna opción. Yo sabía que Jaime suele trabajar con actores naturales, así que fui allí siendo Natalia desde el primer momento. Le conté la parte de mi vida que más se parecía a Natalia y la otra la obvié. Y parece que coló", cuenta entre risas la joven, de la que luego el director barcelonés ha dicho que es la actriz con más talento con la que ha trabajado. "Me presenté con mi parte más de barrio, de trabajar desde pequeña, de buscarme la vida... Y no le dije que mis padres eran artistas, tampoco que fui a un colegio de monjas, pero sí que me pasaba todo el día con mis amigos en la calle... No fueron mentiras, pero sí verdades a medias".

"La prensa ha sido muy generosa conmigo, pero mi vida no ha cambiado nada. Me ha salido alguna oferta para alguna peli, aunque nada concreto. Supongo que Hermosa juventud es una semillita y ya veremos en lo que deriva, pero de momento, de manera inmediata, para mí no ha supuesto ningún cambio", dice la actriz, que se inspira siempre, dice, en la gente que la rodea. "Respeto el trabajo de muchísima gente, pero no tengo ningún referente en plan me encantaría seguir los pasos de. En el cine cada uno tiene su sitio y yo tengo que buscar el mío". En ese sitio con el que sueña, ella haría ese tipo de películas "que durante una hora y media cambian un poquito la vida de las personas y les hacen sentir cosas, películas de las que importan en las vidas de la gente". En ello está. Mientras tanto, espera poder "cerrar algo para el verano" a la vez que ensaya una obra de teatro con unos amigos. "Y poco más. Algo saldrá... Y si no, no pasa nada. Hermosa juventud ha sido una experiencia muy bonita, yo ya con eso tengo algo para contarle a mis nietos".

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