Andalucía

Sonidos de la nobleza

  • Un trompetista de Marbella consigue que un juez exhume los restos del IV marqués de Larios para saber si es su hijo · "Tras 49 años solo y 62 de espera soy feliz", afirma

En Marbella, José Collado es conocido como Pepe El Trompeta. No en vano, este instrumento musical lleva casi toda la vida con él, y a buen seguro que le acompañará mañana en su viaje hasta la Finca La Dehesa de Los Llanos. Allí está enterrado el que su madre afirmó en los últimos días de su vida que era su padre: José Antonio Larios Franco, IV marqués de Larios. Y Pepe afirma que es su único hijo biológico… Ahora, será la prueba del ADN la que determine si ha encontrado finalmente a su progenitor.

Ayer fue recibido en el ensayo de la Agrupación Musical La Pollinica, de la que ha sido cofundador y uno de sus pilares, al saludo de señor marqués. Los 60 niños que integran esta agrupación musical, que tiene múltiples distinciones, siguen siendo su motor en esta vida. Pepe respondió con una sonrisa, después de que haya acaparado minutos en televisiones, radios y páginas en la prensa desde que su historia saliera publicada en El Mundo. "No sabía yo que se armaría tanto revuelo", confiesa tímido. José Ortiz, su procurador y amigo que le acompaña desde 2006, sabe que es una historia larga, que parece que por fin ve la luz.

La vida de Collado no ha sido sencilla. Conoció a su madre con 49 años, y gracias al famoso programa de televisión Quién sabe dónde, presentado por el periodista Paco Lobatón, que encontró a su madre, Emilia Collado. Antes, Pepe pasó su infancia en la casa-cuna de Málaga, y después, entró en el orfanato de La Misericordia. Ortiz explica así los hechos, en los que lleva indagando varios años: "Emilia era cocinera en la casa del marqués de Larios, cuando éste se casó con Pilar Pries, una mujer viuda con un hijo. Sin embargo, Larios mantuvo una relación con Emilia, de la que nació Pepe el 31 de julio del año 1948. Cuando la esposa descubrió el engaño, expulsó inmediatamente a la cocinera, que se instaló en una casa de Málaga. Allí la visitó durante varios meses el marqués, cuando se enteró su esposa, prohibió cualquier tipo de contacto. Emilia no podía mantener al bebé, e intentó darlo en adopción a una familia bien. Sin embargo, todo fueron trabas, y finalmente dejó a Pepe en una casa-cuna", asegura Ortiz. De Málaga, la madre pasó a Jaén, donde recibió la noticia de que su hijo había muerto. "Cuarenta y nueve años después se conocieron gracias al programa de Lobatón", afirma.

José Collado, una vez descubierta a su madre y conocido a sus hermanos (mantiene contacto con una de ellas, "me cuida y me aconseja", afirma), quiso seguir indagando en la identidad de su padre. Su madre, muy al final, le dijo: "Eres hijo del marqués de Larios". "Desde entonces estoy luchando por ser reconocido como tal", afirma, aún a pesar de las presiones que ha sufrido por parte de los actuales beneficiarios de la fortuna (que incluye, además del marquesado de Larios, bodegas, inmuebles, etc.). Tras una década de búsqueda, y abogados fallidos que le abandonaron en 2005, desde 2006, su colaboración con Ortiz ha desembocado en la providencia del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Albacete, en la que se señala que se cree una comisión judicial en la finca La Dehesa de Los Llanos de Albacete, para "la exhumación, extracción de muestras y posterior inhumación" de Larios Franco para realizar las "pruebas de filiación no reconocida". "Estoy feliz. Tras 49 años solo, y 62 esperando… estoy contento", afirma. De todos modos, dice que, una vez reconocida su filiación, luchará por obtener lo suyo, pero que seguirá en su banda. Mientras tanto, de su trompeta salen notas de esperanza: Il Mondo, de Jimmy Fontana, se convierte en su banda sonora particular: "Y ese día vendrá".

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