Andalucía

Griñán prescindirá de vicepresidentes y puede unir Educación y Universidad

  • Tomará posesión el día 23 y quiere tener Gobierno operativo la última semana de abril

Tres mensajes quedaron claros el pasado lunes en el discurso que José Antonio Griñán pronunció ante el comité director de su partido. Tres mensajes que adelantan algunas pistas de por dónde puede trazar las líneas de su próximo Gobierno. La importancia que le otorgará a la Educación como "una política económica por excelencia"; la prioridad de sacar adelante el séptimo acuerdo de concertación social con los sindicatos y los empresarios, y la división necesaria entre el partido y el Gobierno, entendido éste como el representante de "quienes nos votan y de quienes no nos votan". Fuentes de la dirección del PSOE de Andalucía respaldaron ayer la distinción que hizo el candidato entre partido y el Ejecutivo, y explicaron que, en estos momentos, José Antonio Griñán está más ocupado en confeccionar su discurso de investidura que en cerrar su gabinete, aunque dieron por hecho que el nuevo presidente dejará "su sello", entre otras razones, porque Manuel Chaves no le ha dejado ningún tipo de hipotecas.

Parece claro que Griñán no optará por el modelo del último Gobierno de rodearse de dos vicepresidentes, uno económico y otro político, por lo que contará con una Consejería de Presidencia con un carácter más operativo que coordine el resto de departamentos y le sirva de asistencia en su trabajo diario. Hay dos posibles nombres para un cargo de este tipo: alguno de sus colaboradores. Griñán no ha perdido la oportunidad de elogiar a su viceconsejera, Carmen Martínez Aguayo, y a su secretario general de Economía, Antonio Ávila. Es más que posible que ambos ocupen puestos de relevancia en el próximo gabinete, bien en Presidencia, bien en Economía.

El que será nuevo presidente de la Junta anunció también el lunes que una de sus prioridades será simplificar los trámites administrativos que dificultan las inversiones, de ahí que Presidencia, sin ser la consejería política que fue en los tiempos de Gaspar Zarrías, sí vaya a tener bastante importancia por lo que necesitará de una persona enérgica con experiencia en la administración. Y tiene el perfil.

Por lo que se refiere a Educación, el modelo aplicado en Madrid le puede servir a Griñán en la nueva etapa: esto es, que las competencias en universidades, ahora en Innovación, retornen al departamento donde siempre estuvo. Es posible entonces que se busque un perfil más cercano a la Universidad del que, actualmente, tiene la titular Teresa Jiménez. En Innovación son muchos los que dan por hecho la salida de Francisco Vallejo, casi más por autodescarte que por decisión de Griñán.

Una de los nuevos consejeros que más proyección han tenido, el de Agricultura, Martín Soler, podría pasar a una consejería de mayor peso y a Antonio Fernández, en Empleo, le queda el reto de fraguar el nuevo acuerdo de concertación, un ámbito donde el jerezano se mueve bastante bien. Si Jaén pierde dos consejeros, el mejor colocado para entrar es el presidente de la Diputación, Felipe López.

El martes 21 tendrá lugar su discurso de investidura en el Parlamento; el miércoles, intervendrá la oposición; el jueves, tomará posesión, y es posible que inmediatamente lo hagan sus consejeros. Griñán quiere contar con un Ejecutivo plenamente operativo para la última semana de abril.

Una de las incorporaciones más sustanciosas sería la del vicesecretario general, Luis Pizarro. Ambos no han conversado sobre este asunto, y en el PSOE hay opiniones para todos los gustos: hay quien opina que Pizarro debe estar en el partido a tiempo completo ahora que Chaves permanecerá en Madrid y otros, que sería una operación "magnífica" porque compenetraría al Ejecutivo con la organización. Y es que Griñán, a diferencia de Chaves, no ha sido un hombre de aparato.

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