Andalucía

La superficie quemada hasta ahora cae a un tercio de la media de la última década

  • El Infoca contabiliza 1.200 hectáreas arrasadas en lo que va de año El número de siniestros se mantiene estable pero la movilización temprana permite que el 83% no pasen de conatos

La temporada de alto riesgo de incendios se desarrolla hasta el momento con un significativo descenso de la superficie quemada en Andalucía. El Plan Infoca, que depende de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ha contabilizado 1.169 hectáreas arrasadas por incendios forestales en lo que va de año, casi la tercera parte de la media registrada en los siete primeros meses de los últimos diez años, situada en 3.284 hectáreas.

El cálculo de la media permite hacer una comparativa más homogénea de la tendencia en la lucha contra los incendios forestales. Si los datos de este año se cotejaran únicamente con los de 2015, el descenso de la superficie calcinada sería aún mayor, debido a que en julio del ejercicio pasado se produjeron los incendios de Quesada (Jaén) y Lújar (Granada), que arrasaron entre los dos más de 11.000 hectáreas de alto valor ecológico.

"Un gran incendio forestal se puede producir en cualquier momento del año si las condiciones son malas. Si se trata de un lugar complicado y los medios aéreos no pueden trabajar porque las condiciones meteorológicas lo impiden, nos podemos encontrar ante un gran problema", afirma Javier Madrid, director general de Gestión del Medio Natural y Espacios Protegidos de la Junta de Andalucía y responsable del Plan Infoca.

Las lluvias del pasado mes de mayo contribuyeron a que las precipitaciones acumuladas se situaran en la media de los últimos años. Sin embargo, la meteorología no es la única explicación al descenso de la superficie afectada por incendios. "No se debe a que el campo esté más húmedo, porque la media de siniestros es similar. Pero la tendencia apunta a un aumento del número de conatos, con menos de una hectárea quemada, frente al descenso de los incendios", explica el responsable del Plan Infoca.

En lo que va de año, el Infoca ha registrado 324 incidencias, una cifra algo inferior a la media de 370 actuaciones contabilizada en el mismo periodo de los diez últimos años. De ellas, 267 no pasaron de conatos al no superar la hectárea quemada, mientras que 57 sí alcanzaron la condición de incendio forestal. "El 83% se nos quedan en conatos, muy por encima de la media nacional, que se sitúa en el 65%", incide Javier Madrid. "Eso se debe a que la misma gente trabaja en invierno en prevención. Cuando se produce el incendio, ya conoce el monte y sabe lo que se va a encontrar", agrega el director del Plan Infoca.

El tiempo de respuesta también resulta clave para evitar que el conato se convierta en incendio. "En cuanto una torreta detecta el incendio y da el aviso, inmediatamente sale un medio aéreo y se alerta al retén más cercano. No se puede esperar a que se dé una orden", explica Javier Madrid.

La tecnología es otro factor esencial a la hora de controlar el avance de las llamas. En caso de incendio de grandes dimensiones, el Infoca cuenta con un equipo de analistas en Sevilla encargado de prever hacia dónde se dirigirá el fuego en función de diferentes variables como el viento, el tipo de terreno, la vegetación, los medios disponibles o la hora del día. "Eso nos permite saber dónde hay que trabajar para atajarlo", resalta el director de Gestión del Medio Natural de la Junta de Andalucía. Los datos son enviados desde las ocho unidades móviles de meteorología y transmisión de las que dispone el Infoca que sirven de puesto de mando.

La gravedad del incendio no depende únicamente de la superficie afectada. "Si hay una desgracia personal, para nosotros es grave, independientemente de la superficie o la calidad del monte quemado", dice.

La mano del hombre está detrás del 94% de las incidencias. Un ejemplo de ello sería el reciente incendio de La Línea, provocado por la quema de un contenedor. En cambio, el incendio de Quesada del año pasado se debió a los rayos de una tormenta seca. "Cuando esto ocurre, te encuentras de repente con diez o doce incendios simultáneos, y es una situación muy complicada", señala el responsable del Plan Infoca.

Entre los municipios con más actuaciones en lo que va de año, destacan Jerez o Andújar, que cuentan con un término municpal amplio con mucho territorio forestal. También sobresalen Aznalcázar, con diez incidencias, sobre todo en el corredor del Guadiamar; Córdoba capital o Jaén, sobre todo por actos vandálicos.

El Plan Infoca cuenta con un presupuesto de 164 millones de euros, de los que 24 millones se destinaron a los medios aéreos, y dispone de una plantilla formada por casi 4.700 efectivos. Aunque la temporada de alto riesgo de incendios comienza el 1 de junio y finaliza el 15 de octubre, el Infoca también actúa en invierno. En el último año se regeneraron más de 9.500 kilómetros de cortafuegos para evitar la propagación de los incendios.

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