Rutas por Andalucía

Inmersión natural

  • Visitar Bioparc Fuengirola es vivir una aventura formando parte de la naturaleza de Asia, África, Madagascar e Indo-Pacífico, como un explorador camuflado.

Los días que se acercan son para los niños o para recordar cuando lo éramos. Pocos compañeros más adecuados para este viaje que la aventura y los animales. Bioparc Fuengirola reúne las condiciones necesarias para convertirse en el escenario perfecto. Más allá de un zoológico y un acuario al uso, es una pequeña reserva en la que los animales viven en condiciones muy similares a las que tendrían en libertad. El respeto por el entorno y el hábitat de cada uno de ellos convierte a los visitantes en testigos, casi camuflados, de esta curiosa fauna. Es la zooinmersión. 

La recreación de los hábitats de África, Asia, Madagascar e Indo-Pacífico se realizó mediante tematización; creando taludes, cascadas, rocas, troncos e incluso árboles de apariencia real. El mayor desafío fue el baobab: uno de los árboles artificiales más grandes del mundo, con 25 metros de altura. Hoy se ha convertido en icono del parque y de Fuengirola. Esta exhaustiva recreación de los hábitats se complementa con mensajes que calan con facilidad sobre la necesidad de su conservación. Por encima de todo, es una institución involucrada en el futuro de la sociedad, en la cultura, en educar sobre valores éticos como el respeto y la dignidad.

 

Este parque es referente mundial para los recintos multiespecie. Espacios que recrean fielmente los hábitats y en los que  diferentes especies conviven entre sí, tal y como lo harían en la naturaleza. Y es que Bioparc  representa un ocio  diferente cuyo objetivo es concienciar a todas las personas de la necesidad de conservar el medio ambiente. Por esa razón  provoca sensaciones y emociones a los visitantes.

 

Con vistas a la Navidad, este año Bioparc Fuengirola,  por cada pase general de pago  regala uno infantil. Esta campaña empezará el próximo martes 1 de diciembre y se prolonga hasta el 29 de febrero. Durante este periodo, el pase general cuyo precio es de 50 euros, podrá adquirirse por 39 euros y, por cada compra, se regalará un pase infantil a todos los niños de entre 3 y 9 años. Además, todos los pases infantiles adicionales podrán adquirirse por  19 euros. 

 

Todo ello unido a un calendario navideño lleno de actividades en colaboración con El Corte Inglés y el Ayuntamiento de Fuengirola. Una de ellas es la Caza del Tesoro en el Corte Inglés de Puerto Banús desde el martes hasta el día 10 donde los niños y niñas podrán participar en una gymkhana; actividades y talleres desde el día 26 en el Corte Inglés de Mijas donde los vecinos más pequeños de Mijas podrán entregar su carta al Emisario Real y la tradicional jaima en la plaza de la Constitución en Fuengirola desde el día 23 para entregar la carta al Paje Real.  

 

Aquí todas las visitas son una aventura. Tomando como referente el baobab el explorador puede empezar en un Madagascar en tierras malagueñas, punto al que el aventurero llega atravesando el tronco hueco del árbol gigante. Allí le esperan unos animales curiosos: los lémures, que atienden las explicaciones del biólogo que guía a los visitantes. El lémur catta, el variegata, el negro y el rojo se encuentran en grave peligro de extinción y forman parte de un programa europeo de cría en cautividad. 

 

La expedición se adentra en África Ecuatorial. El entorno se vuelve húmedo. Aquí el rey es el cocodrilo del Nilo, aunque las aves zancudas o el sitatunga, un antílope perfectamente adaptado al medio acuático le siguen de cerca. Todo está medido, de manera que es raro el visitante que no se asoma a mirar a través del tronco de un gran árbol tumbado en la vegetación. Desde allí se observan a los hipopótamos pigmeos, y dentro del propio tronco: puercoespines. Alrededor hay suricatas, potamoquero rojo, o cocodrilo enano.

En este punto, se  abre ante él un valle en el que los chimpancés juguetean, más arriba hay un riachuelo en cuyas orillas descansan los gorilas de costa, a su lado, monos obispos buscan su alimento. En este bosque de montaña, el leopardo lo domina todo, al acecho. De pronto, casi sin darse cuenta, el aventurero ha saltado a otro continente, ahora pisa el sudeste Asiático. Las ruinas de una antigua civilización le avisan de que se adentra en el bosque monzónico. Entre el espeso bambú de un seto está el tigre. Estos pertenecen a la subespecie de Sumatra, de la que apenas sobreviven 300 ejemplares en libertad, y forman parte de un programa de reproducción entre zoos europeos. 

 

Aún impresionados, se descubren en la arena las huellas del tapir malayo, y siguiendo el río, se atisba el tomistoma, un gran cocodrilo con el morro afilado. Vive en un entorno especialmente pensado para su reproducción, siendo Bioparc el único parque de Europa donde se ha reproducido fuera de su hábitat. 

 

Además, se les puede contemplar en visión subacuática con las tortugas con las que comparte el río, como la tortuga gigante malaya. Pero no se puede dejar de mirar hacia arriba. En la parte más alta de los árboles  estará el biturong o los gibones de mejillas doradas. Todo ello se observa desde un templete utilizado a modo de mirador. La estrella de esta zona es el orangután de Borneo, un grupo de ellos viven en Bioparc y forman parte del programa de reproducción en cautividad de esta especie. 

 

En este recorrido no falta el manglar, ese acercamiento del bosque ribereño a la costa. Entre los mangles se pueden ver el pez luna malayo o el argo o el saltarín del fango. De hecho, Bioparc  fue galardonado con el premio al mejor recinto europeo por esta recreación de un manglar asiático.

 

De aquí se pasa al más reciente de los ambientes creados en Bioparc, el  Indo-Pacífico.  Es  un recinto con arquitectura colonial de finales del siglo XIX. Todo con especies animales de Java, Borneo, Bali, Savu, Komodo, Flores y Batantaen, en Indonesia, para continuar por Palawan y Bisayas, en Filipinas hasta Nueva Guinea. De ahí, a la Polinesia y a las Galápagos. Las aves son el punto de partida del recorrido y los más esperados, los dragones, como el de Komodo o el varano azul, descubierto en el año 2001. Tampoco faltan serpientes ni las tortugas gigantes de las Galápagos ni la iguana rinoceronte originaria de La Española.

 

Este es un momento crucial para Bioparc, ya que el próximo año celebra el décimo quinto aniversario del parque y promete tener un año lleno de actividades y sorpresas para todos los públicos.

 

Web: www.bioparcfuengirola.es

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