Andalucía

Griñán se despide del Senado y Chaves denuncia el "chantaje"

  • Felipe González dice que nunca habría aceptado la marcha de los ex presidentes como condición.

El ex presidente de la Junta y del PSOE José Antonio Griñán se despidió ayer de sus compañeros del Senado, donde no tiene previsto acudir ya para ocupar su escaño, pese a que mantendrá la condición de senador hasta que el Parlamento andaluz designe a los nuevos senadores autonómicos. Griñán anunció la semana pasada su decisión de dejar la política y de no optar a la reelección en el Senado para que la investigación sobre su supuesta implicación en el caso de los ERE no afecte a su partido.

La portavoz del PSOE en la Cámara Alta, María Chivite, confirmó ayer que el ex presidente andaluz ha llamado al resto de senadores socialistas para despedirse y que no acudiría al pleno, aunque fuentes socialistas precisaron después que Griñán irá al Senado hasta ser relevado.

Por su parte el ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves acusó ayer a Podemos y a Ciudadanos de hacer "chantaje" por condicionar su apoyo a la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta a su cese como diputado por su presunta responsabilidad en el caso de los ERE fraudulentos.

"Dos partidos que llegan con un pretendido nuevo talante y con un nuevo lenguaje, que en una negociación utilicen a dos personas, tiene un nombre muy determinado en una negociación: chantaje", sentenció Chaves al aludir también al caso de su sucesor en la Junta José Antonio Griñán.

El ex presidente andaluz hizo estas declaraciones a los periodistas en el Senado tras asistir a la reunión del grupo socialista. Podemos y Ciudadanos pusieron como condición para facilitar la investidura de Díaz que Chaves y Griñán dejen ya sus respectivos escaños en el Congreso y en el Senado. Ambos ex presidentes han anunciado que no repetirán en las listas, aunque Podemos y Ciudadanos insisten en que este compromiso debe ser por escrito para que sea creíble.

El ex presidente del Gobierno Felipe González dijo ayer que nunca habría aceptado la dimisión de los dos ex presidentes de la Junta de Andalucía imputados por el Tribunal Supremo por el caso de los ERE como condición para "dialogar" la investidura de Susana Díaz como presidenta en Andalucía.

González defendió la presunción de inocencia y aseguró que uno de los problemas de la "degradación institucional en España" es que "la presunción de inocencia se ha convertido en la presunción de culpabilidad".

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